Todo lo que puede salir mal, saldrá mal, dice la ley de Murphy y el Bilbao Basket lo está sufriendo en esta temporada de la pandemia. Al mal momento deportivo, con solo un triunfo en nueve partidos, se ha unido la incertidumbre sanitaria que esta semana le ha afectado de lleno con la detección de un positivo por covid-19, el primero de todo el curso, en uno de los miembros de su primer equipo que no pertenece a su plantilla deportiva. Esta persona ha quedado aislada en su domicilio en buen estado, mientras los jugadores dieron negativo en esa misma prueba. Sin embargo, los protocolos de la ACB obligan que todos ellos queden confinados hasta la realización de una segunda tanda de test, prevista para hoy mismo. En el caso de que se confirmen los resultados de la primera, podrán reanudar los entrenamientos, aunque con el tiempo justo para preparar el duelo ante el Real Betis, previsto para el sábado.

Porque el partido no se moverá de fecha a menos que el Bilbao Basket no disponga de ocho jugadores aptos tras la realización de la segunda de tanda de pruebas obligatoria. Esto es así porque la ACB ha corregido sobre la marcha los criterios para evitar lo que ocurrió hace una unas jornadas con el Burgos-Fuenlabrada, que los castellanos tuvieron que disputar pese a contar con solo seis jugadores sanos tras superar un brote en su plantilla. Tres canteranos completaron ese día la convocatoria burgalesa. En cambio, el Murcia sí aceptó aplazar su duelo ante el Burgos y lo perdió cuando se disputó fuera de su fecha inicial. Por otro lado, el Andorra y el Joventut, que sufrieron brotes masivos en sus filas, han recuperado la actividad después de tres y dos semanas, respectivamente, de parón obligado.

Sin embargo, en esta lotería que provoca el virus, en este sálvase quien pueda en que se ha convertido una temporada tan cargada de partidos, queda la sensación de que se producen agravios comparativos y el Bilbao Basket puede sentirse perjudicado. Los hombres de negro vieron cómo se les aplazaban sus duelos ante el Real Madrid y el Andorra por un solo caso positivo en cada uno de sus rivales en ese momento y por la imposibilidad de cumplir con las segundas pruebas antes de la disputa de los partidos. Ahora sí hay ese tiempo, pero el proceso afecta a la preparación de un choque muy importante en la lucha por la permanencia ya que el Real Betis solo tiene una victoria más que los bilbainos.

Por tanto, un equipo como el Bilbao Basket que no está destacando por su fortaleza mental vivirá confinado una tensa espera antes de conocer los nuevos resultados y sin tener certeza de que el partido en Sevilla se vaya a celebrar. La semana que viene llega la primera ventana de selecciones y la plantilla tampoco podrá tener las horas de entrenamiento que necesita para reconducir su mala posición en la tabla de la Liga Endesa.