El guion de lo acontecido en el Nou Congost no resulta nada nuevo para el Bilbao Basket de la presente temporada. Otro arranque de duelo a medio gas, carente de filo en la faceta ofensiva y con demasiadas concesiones en retaguardia, volvió a penalizar a un conjunto vizcaino al que le siguen faltando recursos, temple y regularidad como para opositar a darle la vuelta a esos socavones iniciales. En la cita del sábado, el 22-8 ya estaba visible en su marcador cuando no se llevaban disputados ni siete minutos de juego. A partir de ahí, lo de siempre: fases de duelo en las que los hombres de negro parecían en disposición de recuperar la estela de su rival bloqueadas por errores, muchos de ellos groseros, inconcebibles a estas alturas competitivas, que acababan frustrando hasta al más optimista. El conjunto vizcaino llegó a verse 18 puntos por debajo en el luminoso, se acercó en un par de ocasiones hasta los 7-8 pero fue incapaz de pasar de ahí. Pérdidas, regalos defensivos, errores de jugadores llamados a sumar más de lo que están haciendo... Demasiada ausencia de argumentos ante un rival serio como el Baxi Manresa que tampoco tuvo que hacer demasiado para disfrutar de una plácida noche sobre la cancha. Un notable arranque desde la línea de 6,75 y, a partir de ahí, un juego aseado con Jonathan Tabu y Dani Pérez sacando absolutamente del partido a los bases bilbainos -el primero brilló en anotación, con 23 puntos; el segundo, en el reparto de juego, con 11 asistencias- y aprovechar los regalos, muchos y muy generosos, del rival. Poco más.En las filas vizcainas hubo demasiados cortocircuitos como para que la embarcación llegara a buen puerto, con un juego demasiado racheado en ataque, mucha permisividad en defensa y jugadores que tienen que sumar mucho más para que el colectivo tenga la cimentación necesaria para no descomponerse tan fácil. Apenas hubo noticias de Jaroslaw Zyskowski, Arnoldas Kulboka, Aaron Jones y Kingsley Moses, superado en presencia en cancha por Felipe Dos Anjos, y en algunos casos llueve ya sobre mojado. Así, el Bilbao Basket volvió a tener como argumento más serio a Ondrej Balvin (14 puntos y 10 rebotes), acompañado por un Álex Reyes cada vez más descarado y efectivo y un Jaylon Brown que mezcló nubes y claros al igual que Ludde Hakanson. Harán falta más pasos al frente para reconducir la situación.

Las cosas comenzaron a torcerse para los intereses bilbainos desde el salto inicial. Los de Mumbrú comparecieron muy espesos en ataque, incapaces de generar ventajas ante la efusiva defensa local, y coincidiendo demasiadas facilidades atrás, por lo que fue el Manresa el que se hizo con el control del marcador. El técnico visitante tuvo que parar el partido con el 10-2 con menos de cuatro minutos disputados, pero su toque de atención no tuvo efecto. Con la entrada en escena de Dani Pérez, el Manresa encontró mayores facilidades para hacer daño a le endeble defensa rival, ya fuera finalizando situaciones de pick&roll o habilitando a compañeros liberados en la línea de 6,75 (seis de diez en el primer cuarto) para poner pies en polvorosa hasta el 22-8. En el ataque bilbaino solo Balvin aportaba luz. Un dos más uno del checo y otro de Reyes dieron algo de impulso a los visitantes, pero el 27-15 al término de los primeros diez minutos resumía muy bien lo acontecido en cancha.

Un buen arranque de segundo cuarto, con canasta de Hakanson y triple de Reyes, amagó con el regreso de los de Mumbrú al partido (27-20), pero sus propios errores, sobre todo con las pérdidas (cuatro en otros tantos minutos), permitieron al Manresa mantenerse sobre el colchón de los dos dígitos. Otra andanada liderada por Balvin volvió a acercar a los visitantes (33-26), pero no había manera. Su irregularidad impedía al Bilbao Basket enlazar tres o cuatro buenas acciones que sembraran la duda entre los de Pedro Martínez, muy cómodos y con una nueva arma dañina con las conexiones entre Tabu y Eatherton, además de los tiros libres regalados a Vaulet. El 45-33 que reflejaba el luminoso en el ecuador reflejaba que mucho debían mejorar las cosas en un Bilbao Basket que acumulaba nueve balones perdidos, malos porcentajes y jugadores como Kulboka y Jones sin estrenar su casillero de puntos.

No hubo manera

En la reanudación, los locales estiraron su ventaja hasta el 50-35, pero el Bilbao Basket, con un revitalizado Jones, amagó con recuperar su estela con un 2-9 (52-44), pero fue un espejismo. Justo cuando estaba en su mejor momento, el equipo de Mumbrú volvió a pegarse otro tiro en el pie, con una defensa en la que cometió tres personales seguidas, la última para regalar tres tiros libres a un Tabu que no los desperdició. Esa acción fue la rampa de despegue hacia un 10-0 que cristalizó en un 62-44 que no tuvo marcha atrás. Reyes y Hakanson intentaron acercar a un Bilbao Basket que apostó por Dos Anjos y la defensa zonal para incomodar a su rival, pero el Manresa alcanzó el acto final con un solvente 70-57. Los hombres de negro siguieron intentándolo y pese a sus problemas en el rebote defensivo se las arreglaron para volver a acercarse (75-67), pero con balón para seguir remontando Rousselle cometió su quinta personal, algo que Tabu castigó con un triple. No había manera. Minutos después, con 85-75 y antideportiva de Sajus, los de Mumbrú solo fueron capaces de anotar un punto tras fallar Brown un tiro libre, perder Balvin otro balón y a continuación, el colmo de los colmos, otra pérdida entre Serron y Hakanson nada más cruzar la mitad de la cancha. Tabu solo tuvo que activar su muñeca desde la línea de tres para poner el candado a un duelo en el que el Bilbao Basket se desconecto al principio para luego ser incapaz de reengancharse víctima de una irregularidad que empieza a ser ya preocupante.

1

Fue el principal faro del juego ofensivo bilbaino y acabó el encuentro con 14 puntos, 10 rebotes y 26 de valoración. Fue muy superior a sus pares, a los que sacó nueve personales, pero se vio muy solo durante muchas fases del duelo.

2

El alero fue de las mejores noticias del partido de ayer y sigue dando pasos al frente en cuanto a seriedad, descaro y acierto. Aportó 13 puntos con tres triples sin fallo. Mumbrú confía cada vez más en él y en el Nou Congost superó los veinte minutos de presencia en cancha.

3

El que fuera director de juego del Bilbao Basket hasta hace tres cursos fue el principal verdugo de los 'hombres de negro' al acabar la contienda con 23 puntos anotados y 32 de valoración. Otro exjugador de la escuadra vizcaina, Rafa Martínez, no brilló tanto y sumo seis puntos en los 16 minutos que Pedro Martínez le mantuvo en acción.