El Bilbao Basket volvió a perder ante el San Pablo Burgos en un partido que, como la Euskal Kopa del domingo pasado, se le hizo bola en el tramo final donde sumó errores que permitieron canastas fáciles a los castellanos, que rompieron el marcador ante la frustración general en las filas bilbainas. Se lo recordó Álex Mumbrú a sus jugadores en un tiempo muerto: “En el momento más importante del partido, nos equivocamos. Parece que no queremos ganar”. Y es que el Bilbao Basket tiró por la borda el buen trabajo anterior, que le permitió coger una ventaja de doce puntos al inicio del tercer cuarto y reaccionar al parcial de 1-17 con el que el Burgos, un equipo con mucha dinamita en el perímetro y muy agresivo en las líneas de pase, le dio la vuelta al partido.

Los hombres de negro se repusieron en un último cuarto de mucho contacto y mandaban por 73-70 y balón a tres minutos del final. Pero con Rousselle en el banquillo y Hakanson de nuevo sin poder jugar, el Bilbao Basket sufrió horrores para circular el balón y cuatro pérdidas seguidas más una falta de Brown a un intento de triple de Benite concedieron al Burgos un parcial de 0-11 definitivo porque a partir de ahí en las filas locales ya nadie estaba para nada. Para colmo, en esos minutos finales tampoco pudieron actuar Tomeu Rigo, que había dado muy buenos minutos en el segundo cuarto con ocho puntos seguidos, ni Miguel Ruiz por sendas lesiones. La baja del base sueco obliga a matizar las malas sensaciones que dejó ese final después de muchos minutos en los que el Bilbao Basket se manejó bien ante un enemigo muy bien armado.

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Los vizcainos pagaron sus diecisiete pérdidas de balón y sus malos porcentajes de tiro en las distancias cortas donde solo Balvin se hizo respetar para sumar diez puntos y nueve rebotes. Jones y Moses siguen dejando mejores sensaciones en defensa que en ataque, donde se les ve perdidos en ocasiones y sin imponer sus cualidades físicas. Ese problema fue general ya que el Bilbao Basket pecó de blando y así los de Joan Peñarroya pudieron sumar 40 puntos en la zona, once de ellos tras rebote de ataque, que son demasiados para el tipo de baloncesto que se juega ahora. Los triples fueron el principal recurso de los hombres de negro para sumar puntos. Diez llegaron antes del descanso y en la segunda mitad solo cayeron dos porque el Burgos subió líneas y el Bilbao Basket no logró aprovechar los espacios a la espalda de la defensa.

Con todo, el marcador estaba a favor a la hora de la verdad, pero la acumulación de malas decisiones se convierte en un aspecto prioritario a corregir en los próximos compromisos. Algunos jugadores se han dado cuenta que la Liga Endesa no perdona y otros ya deberían saberlo. Por ejemplo, Jaylon Brown, que con el balón en las manos está optando por las soluciones más complicadas. Mumbrú advirtió de esta circunstancia. “Esto son cuarenta minutos. Hemos estado 35 minutos bastante bien, pero cinco extremadamente mal con errores importantes cuando nos estábamos jugando el partido. No podemos tener esas desconexiones”, dijo el técnico del Bilbao Basket, que espera que el compromiso del martes ante el Zaragoza sirva para “seguir mejorando, dar pasos en aquellos detalles que hacemos mal y ver si somos capaces de jugar los cuarenta minutos al máximo nivel”.

BILBAO BASKET: Zyskowski (11), Rousselle (8), Brown (9), Jones (2), Kulboka (12) -cinco inicial- Betolaza (0), Rigo (8), Reyes (6), Ruiz (0), Balvin (10), Dos Anjos (0), Serron (9), Moses (0).

SAN PABLO BURGOS: McFadden (11), Rivero (16), Sakho (2), Rabaseda (6), Renfroe (9) -cinco inicial- Kravic (5), Benite (15), Barrera (6), Salvó (2), Cook (0), Huskic (0), Horton (13).

Parciales: 20-24, 51-41 (descanso), 62-63 y 75-85.

Árbitros: Quintas y Gómez. Sin eliminados.