Consigue que este verano tu piel y el calor se lleven bien

El verano y la piel no acaban de tener una buena relación. En los meses de calor, el sol trae la obsesión por el moreno y la necesidad de darse baños refrescantes en la playa o en la piscina. Un hábito tan frecuente como el de pasar el día en la playa puede suponer consecuencias graves para la piel tanto a largo como a corto plazo. Por eso, hoy traemos seis consejos para que la relación de tu piel con el verano por fin vaya sobre ruedas.

Protégete del sol

Es el consejo más típico, pero el más importante. La obsesión por el moreno no puede estar por encima del cuidado de la piel. El sol puede tener efectos como manchas en la piel, arrugas o envejecimiento prematuro. Por eso, es importante utilizar un buen protector siempre. No basta solo con utilizarlo e la playa o en la piscina, sino también de paseo y aunque esté nublado. También es importante evitar exponerse al sol durante las horas centrales del día.

Utiliza ropa adecuada

En verano tendemos a sudar mucho más. Por eso, hay que llevar ropa que permita la transpiración y cuidar más las zonas que tengan una mayor exposición al sol como la cara, el cuello, los brazos, las piernas y la nuca. Es buena idea utilizar gorras o sombreros para proteger la cabeza. Y, aunque la colonia siempre es un buen complemento para oler bien, no uses productos con alcohol cuando vayas a la piscina o a la playa ya que pueden provocar manchas en la piel.

No te olvides de la limpieza y la exfoliación

Ten en cuenta que por el sudor la piel se ensucia más en verano, por lo que se debe limpiar el rostro, al menos dos veces al día, con un producto adecuado a tu piel. De manera complementaria, la exfoliación se debe hacer dos a la semana para eliminar las células muertas.

Hidrátate, por dentro y por fuera

La sal del agua de mar tiene un efecto deshidratante en la piel, por lo que es importante utilizar una crema hidratante que retenga la humedad del rostro. Al mismo tiempo, bebe agua. Lo recomendable es beber dos litros al día.

Mantén una buena dieta

Seguir una dieta rica en vitaminas, minerales y antioxidantes ayudará a que la piel se mantenga hidratada. Algunos productos aconsejables son las frutas y las verduras.

Cuando salgas de la piscina, aclárate el cuerpo

Puede parecer una tontería, pero el cloro contiene un compuesto con un pH superior a la de la piel, lo que puede provocar mayor sequedad, alteración en la flora bacteriana e irritar las pieles sensibles.