La tendencia de perder a domicilio no cambia para el Surne Bilbao Basket
El Surne Bilbao Basket no logra dar con la tecla cuando sale fuera de Miribilla y defrauda en este inicio de curso las expectativas de quienes esperaban que contradijera la historia y se mostrara más competitivo fuera de casa
Jugar fuera de casa se ha convertido en una tortura para elSurne Bilbao Basket, que ayer encajó en Badalona una de las derrotas más abultadas de su historia, la mayor desde la sufrida en casa ante el Unicaja en la última jornada de la temporada 2022-23 y la mayor lejos de Miribilla desde el 95-61 de la novena jornada de la campaña 2021-22 en la cancha del Real Madrid. Se esperaba que con los nuevos fichajes el equipo vizcaino tendría más recursos para manejarse como visitante, pero las dos primeras salidas se han saldado con dos derrotas en las que de nuevo el esfuerzo se ha quedado muy corto y las opciones de ganar han sido nulas, entre otras cosas porque hay aún demasiados jugadores importantes desubicados. Y habrá que ver qué supone la lesión de Justin Jaworski porque quizás haya que cambiar sobre la marcha el planteamiento.
De esta manera, se siguen añadiendo desplazamientos a esa cuenta improductiva que se prolonga desde el último encuentro de 2024 en A Coruña y que, si no se corrige, impedirá elevar las expectativas. Cuesta recordar un partido de los hombres de negro con una puesta en escena tan pobre de espíritu, de tal modo que la posibilidad de ganar se esfumó en menos de diez minutos. Sin embargo, tampoco conviene convertir los partidos fuera de casa en una obsesión que conduzca a la frustración porque la historia dice que el Bilbao Basket, al menos en la liga regular, nunca ha sido un equipo dominador cuando ha salido de viaje, salvo entre 2010 y 2013 cuando su sitio estaba entre los ocho mejores.
En las últimas campañas el conjunto bilbaino ha ido perdiendo pujanza cuando sale de Miribilla, lo que tiene que ver con que su potencial no es el mismo de aquellos años brillantes y el de los rivales ha ido creciendo progresivamente y ya el Surne Bilbao Basket no puede considerarse favorito ante nadie cuando juega de visitante. Sin contar los dos partidos que ya ha jugado esta temporada, en sus veinte ejercicios en la máxima categoría solo ha ganado 49 veces en las 232 ocasiones en que ha visitado a los diecisiete rivales que tiene este curso en la Liga Endesa. Eso supone un 21%, que en una campaña completa supondría ganar entre tres y cuatro partidos fuera de casa. En ninguna cancha el Bilbao Basket tiene más victorias que derrotas y, de hecho, en la del Girona no ha ganado nunca en siete visitas a los dos proyectos que ha tenido el conjunto gerundense en la élite.
El anfitrión más propicio ha sido el Zaragoza, con siete triunfos en quince partidos, y después el Manresa, con siete en dieciocho duelos en el Nou Congost, que será el siguiente desplazamiento de los de Ponsarnau. En la cancha del Joventut, ha ganado el Surne Bilbao Basket siete veces en veintiuna visitas. Después de Manresa, llegarán Madrid y Gasteiz, donde los vizcaínos se han impuesto en dos y una ocasión, respectivamente. O sea, que la racha puede prolongarse y mientras tanto, los hombres de negro tendrán que hacerse fuertes ante su público porque supone el salvoconducto a la tranquilidad.
Jaume Ponsarnau: “No hemos estado a la altura”
Sin excusas. Jaume Ponsarnau no puso paños calientes a la derrota de ayer. “Hemos empezado el partido muy blandos, sin la dureza que requería. Fallábamos y parecía que no pasaba nada y el Joventut ha empezado a imponer su nivel físico y su buena defensa. No hemos encontrado la manera de anotar. Luego, hemos cambiado la defensa, queriendo ser más agresivos y hemos encontrado mejores sensaciones en un buen segundo cuarto. Después, ha sido un querer y no poder”, dijo en su análisis de un duelo en el que “no hemos estado a la altura y ha sido una experiencia muy dura de la que toca aprender”. El técnico catalán insistió en que su equipo no estuvo “con la exigencia adecuada. Hay que dar un paso más para jugar al nivel que pide la ACB. Nos han faltado aptitudes que aún tenemos que construir, pero también actitudes”. Respecto a la lesión de Jaworski, fue lapidario: “No sabemos qué tiene, pero la ley de Murphy siempre espera para hacerte más daño. La peor noticia sería una lesión grave”.