Elden Campbell ha fallecido a los 57 años por causas que aún se desconocen. El espigado pívot jugó durante quince temporadas en la NBA, nueves de ellas en Los Angeles Lakers, la franquicia con la que es habitualmente identificado. Si bien, fue en 2004, con los Detroit Pistons, cuando se elevó a los altares del baloncesto norteamericano al conquistar el anillo.

Campbell defendió las camisetas de los Lakers (1990-99), donde comenzó su trayectoria en la NBA tras ser elegido en el puesto 27 del draft. También jugó para los Hornets, los Pistons, los Nets y los SuperSonics. Una dilatada trayectoria que comenzó en 1990 y se prolongó hasta 2005.

“Recuerdo su actitud. Por eso lo apodamos Easy E. Era tan tranquilo, nada lo aceleraba. Se tomaba su tiempo. Era simplemente tranquilo. Era un buen tipo. Me encantaba Easy, tío”, ha manifestado Byron Scott a Los Angeles Times después de trascender la noticia. “Me dolió muchísimo. Crecimos juntos de niños”, expresó por su parte Cedric Ceballos.

Campbell compartió vestuario con Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. En el curso 1996-97 llegó a promedia 14,9 puntos por partido. Si bien, sus mejores registros llegaron en los Charlotte Hornets, donde promedió 15,3 puntos y 9,4 rebotes por partido. Su dilatada carrera en la NBA dejó una estadísticas de 10,3 puntos y 5,9 rebotes.

"No quería ser un gran jugador; solo quería jugar"

El californiano dejó la impresión de que pudo ser un jugador más notorio. Sin embargo, esa tranquilidad de la que hacía gala le relegó a segundos planos, tal y como recuerda Scott, quien evoca la calidad humana de Campbell. “Tenía el potencial para ser un gran jugador. Sólo quería jugar. No entrenó hasta que terminó su contrato y se preparó para intentar conseguir otro. No dedicó tanto tiempo, pero tenía algunas habilidades. Era grande y fuerte, y podía saltar. Tenía ese buen tiro en suspensión. Para ser honesto, no quería ser un gran jugador. Sólo quería jugar. Pero qué buen tipo”.