Aparatoso accidente del Lointek Gernika
El conjunto granate sufre una fea derrota ante el Valencia Basket, que explota la fragilidad física y mental de su rival tras el descanso
El Lointek Gernika querrá olvidar cuanto antes el partido de ayer en la Fonteta donde sufrió una de las derrotas más abultadas desde que está en la Liga Femenina. El Valencia Basket es claramente superior física y técnicamente y puso todo de su parte para demostrarlo ante un rival que quiso competir con un baloncesto de guante blanco, por tramos de partidos incluso ingenuo, y que se vio atropellado.
Las taronjas son un rodillo imparable cuando muestran su mejor versión y la amplitud de su plantilla tiene escaso parangón en Europa. Además, ayer recuperaron a Raquel Carrera, que en apenas dos minutos en juego tras once meses de baja ya había sumado cuatro puntos. Para colmo, el conjunto gernikarra no pudo contar con Elena Buenavida por culpa de un pinzamiento cervical, lo que limitó aún más su capacidad de maniobra.
El equipo granate aguantó en pie casi hasta el descanso, mientras le aguantaron las fuerzas. De nuevo con escaso acierto desde la larga distancia, el Lointek Gernika quiso meterse en el cuerpo a cuerpo con un buen esfuerzo defensivo y en el rebote, pero las pérdidas de balón empezaron a ser un problema porque el Valencia las penalizaba. Sin dureza para frenar el partido con las faltas, las de Lucas Fernández entraron en un intercambio de canastas que no les beneficiaba, aunque al menos les permitía mantenerse a flote.
El problema fue que las locales sumaban muy fácil gracias a sus infinitos recursos, incluso en acciones afortunadas como un triple afortunado de Alba Torrens desde casi diez metros.
Una canasta de Maya Dodson puso el 34-28 a 4.32 del descanso en lo que el canto del cisne de las gernikarras. Un par de triples demasiado sencillos de Leo Fiebich, incluso contra defensas en zona, abrieron brecha antes de acabar la primera mitad. Awa Fam anotó un 2+1 para abrir el tercer cuarto al que el Valencia respondió con otros dos triples consecutivos con los que dejó claro que no iba a hacer concesiones.
Pese a que el técnico gernikarra quiso anticiparse al desastre con un tiempo muerto, su equipo iba cayendo poco a poco en la impotencia, en una fragilidad grande para atacar la defensa valenciana sin lograr buenos tiros, que acabó en 22 pérdidas de balón y muchos minutos que podrían haberse evitado.
Perder ayer entraba dentro de lo probable, pero el Lointek Gernika quizás puede reprocharse haber bajado los brazos demasiado pronto de tal forma que recibió 58 puntos en la segunda mitad y solo logró anotar cuatro puntos en el último cuarto, una canasta de Laura Westerik y dos tiros libres de Mykaila Pivec ya en el minuto final cuando la Fonteta era ya una fiesta y las gernikarras pensaba que nada se les había perdido allí. La distancia entre los dos equipos es mucha, sus guerras son distintas y para el Lointek Gernika lo de ayer debe ser solo un accidente sin más consecuencias que una fea derrota porque lo importante llega a partir de la semana que viene cuando aparecerán en el calendario varios partidos claves para entrar en el play-off por el título.