Los clubes de la ACB afinan sus objetivos
Muchos fichajes de este verano llegan de equipos de la clase media europea y acumulan experiencia internacional
Dentro de ocho o diez días, la mayoría de los equipos de la Liga Endesa habrán puesto en marcha su preparación de la nueva temporada cuya primera jornada se disputará el 23 de septiembre. A estas alturas, la mayoría de los clubes tienen sus plantillas cerradas, entre ellos el Bilbao Basket, que hizo pronto los deberes. Algunos están a la espera de rematar sus bloques con ajustes o oportunidades de última hora tras un verano de lo más interesante en el que el Barça ha sido el principal protagonista al tirar de talonario para entradas y salidas. Los movimientos superan los ochenta, a una media de cinco por equipo, y como siempre han sido muchos los mares en los que han ido a pescar los directores deportivos.
La capacidad económica obliga a afinar en la búsqueda de fichajes y los clubes de la ACB han mirado este verano hacia Alemania, Turquía e Italia, principalmente. Los equipos de esas ligas, más abiertas en sus puestos de honor que la Liga Endesa, ofrecen piezas de calidad que quieren dar el salto a una competición de más nivel deportivo y se convierten, por ello, en objetivos apetecibles. Además, esos jugadores, acostumbrados a hacer las maletas cada verano, acumulan experiencia en Europa, en cualquier de sus cuatro torneos, y eso también es un valor a considerar. Muchos fichajes han llegado de conjuntos que el año pasado disputaban las competiciones por debajo de la Euroliga e, incluso, los clubes de la ACB han mirado a la FIBA Europe Cup, en la que al fin y al cabo actuarán este curso unos 500 jugadores.
En el Bilbao Basket, Thijs De Ridder, llegado del Amberes, es uno de ellos, lo mismo que Sacha Killeya-Jones, que la disputó hace dos temporadas con el Hapoel Gilboa antes de ir a la G-League. El Granada ha sumado al estonio Artur Konontsuk, que viene del Kalev Cramo; el Girona al lituano Mindaugas Susinskas, del Niners Chemnitz; e, incluso, el Baskonia ha rescatado del Gaziantep al estadounidense Cody Miller-McIntyre, que con pasaporte búlgaro tendrá su primera experiencia en la Euroliga. La Eurocup y la BCL también atraen las miradas de los directores deportivos, que además han acudido a equipos que ni siquiera han estado en Europa la pasada temporada, pero guardaban algunas perlas para completar las plantillas de los equipos de la mitad media-baja de la Liga Endesa.
Así, entre muchos otros, Mike Smith, llegado del Gottingen alemán, es la gran esperanza del Zaragoza, lo mismo que Brandon Taylor, procedente del baloncesto chino, lo es del Manresa. El Andorra confía mucho en Stan Okoye, devuelto a la ACB desde el Scafati italiano. En Italia, en el histórico Pésaro, jugaba Kwan Cheatam, a quien el Granada también trae de vuelta, y también Ike Iroegbu (Treviso) y Markel Brown (Varese), que llegan para reforzar el perímetro del Girona, o Jordan Howard, que incorpora el Obradoiro desde el Napoli. Incluso, el Baskonia se ha significado en esta vía al fichar al griego Nikos Rogkavopoulos, que militaba en el Merkezefendi turco. Sabido es que el club gasteiztarra suele realizar apuestas sorprendentes con buen resultado y esta puede ser una de ellas.
Al margen de Willy Hernangómez y Facu Campazzo y otros citados, hay más regresos ilustres a la ACB como Chima Moneke (Baskonia), Dylan Ennis (Murcia), Dusan Ristic (Tenerife), Deshaun Thomas (Joventut) o, para el aficionado del Bilbao Basket, el de Ben Lammers, que jugará en el Gran Canaria. Lógicamente, en esta marea de movimientos habrá aciertos y errores, pero parece que este verano abundan eso que se llaman apuestas porque las certezas quedan para los ricos.