Hace casi dos años, el Zornotza peleó el ascenso a la LEB Oro ante el filial del Barça B y tuvo que sucumbir ante el poderío físico de los jóvenes azulgranas, personificado en dos pívots africanos adolescentes y con unas condiciones físicas asombrosas para su edad: Ibou Badji y James Nnaji. El primero, tras una temporada cedido en el Lleida, se desvinculó para acortar el camino hacia la NBA y ahora, con 20 años, milita en los Wisconsin Herd de la G-League. El segundo se ha hecho un hueco en el primer equipo del Barça con apenas 18 años, pero tarde o temprano también acabará en la mejor liga del mundo. De hecho, él mismo reconoce que su sueño es “jugar en la NBA”.

Nnaji, nacido en Makurdi (Nigeria) el 14 de agosto de 2004, es otro de los muchos jugadores de procedencia africana que empiezan a poblar las plantillas de todo el mundo. En la ACB, el senegalés del Gran Canaria Khalifa Diop es otro joven con expectativas muy altas. El pívot del Barça debutó en la Liga Endesa con apenas 17 años en un partido en el que firmó 10 puntos, 5 rebotes y 5 tapones y batió récords de precocidad de la competición y del propio equipo catalán, superando a Juan Carlos Navarro. Desde entonces, suma ya 23 partidos en la ACB con minutos de calidad (casi 14 de media, para 6 puntos y 3,6 rebotes) y ha pasado el filtro de la exigencia de Sarunas Jasikevicius, que al joven pívot no le asusta ya que “mi padre es bastante más exigente, así que no supone un problema”, ha declarado a los medios oficiales del club azulgrana.

Con 2,12 metros y 112 kilos de puro músculo, todo puede resultar más sencillo en una cancha de baloncesto, pero lo cierto es que los inicios de James Nnaji en el baloncesto fueron poco comunes ya que lo conoció con 12 años y fue reclutado con 14 años por la Academia Ratgeber de Hungría. Sus buenas actuaciones en los torneos internacionales de edades formativas no pasaron desapercibidas y en 2020 el Barça lo incorporó a su equipo junior. Su progresión en estos dos años ha sido espectacular porque muchas de las herramientas necesarias para llegar a la élite ya las tenía de serie y lo demás ha llegado por la capacidad de aprendizaje que destacan quienes trabajan con él. “Tengo que aprovechar el momento, sé que hay muchos jóvenes con mi físico, pero hay que corresponder a la oportunidad que tengo”, afirma humildemente.

El Barça ha ratificado su apuesta al renovar el contrato de Nnaji hasta 2027, pero sería raro que en esa fecha aún esté vistiendo de azulgrana. De hecho, muchas predicciones ya le sitúan en un lugar privilegiado del próximo draft de la NBA porque sus condiciones encajan con lo que ahora buscan las franquicias americanas. El joven nigeriano, que también trabaja en pulir sus virtudes ofensivas para añadir más rango de tiro, admite que su ídolo es el camerunés de los Sixers Joel Embiid, pero piensa que en su día a día en el Barça puede aprender mucho del checo Jan Vesely, sobre todo en tareas defensivas.