MÁLAGA no es plaza fácil para un base. Joan Plaza, como todos los entrenadores, es muy exigente en la posición clave para un equipo y no todos son capaces de pasar ese filtro. Ray McCallum Jr. es la última apuesta del Unicaja para llevar las riendas y hasta ahora el jugador estadounidense está dejando más sombras que luces. En el club malagueño quieren ser pacientes con un jugador que vive su primera experiencia en el baloncesto europeo, pero las expectativas con McCallum son muy altas, primero porque llegó desde la NBA donde disputó 154 partidos con Sacramento, San Antonio y Memphis en tres temporadas, y después porque en la pretemporada dejó buenas sensaciones. Pero en cuanto empezó el baloncesto de verdad, el de partidos a medio campo, sistemas más cerrados y mucho scouting, McCallum ha sufrido.

Uno de los problemas que ha advertido su entrenador es la lectura de los espacios, que en Europa no tienen nada que ver con los que estaba acostumbrado a manejar en la NBA. Pero su por algo destaca el base nacido en Madison, en el estado de Wisconsin (12-6-1991) es por su humildad y por su deseo de aprender. De hecho, Plaza dice de él que “entrena mejor que juega”.

De casta le viene al galgo porque el base del Unicaja es hijo de Ray McCallum, exjugador en la CBA y actual entrenador jefe asociado de la Universidad de Georgia State. Antes, dirigió durante ocho años a los Titans de Detroit Mercy donde tuvo a sus órdenes a su hijo que, tras ser un destacado jugador de instituto en Michigan, desechó ofertas de grandes programas como UCLA, Arizona, Florida o Oklahoma para jugar para la persona a la que seguía a los entrenamientos desde que tenía 6 años. McCallum destacó durante tres cursos en la modesta Horizon League y en su salto a la NBA fue elegido en el puesto 36 en el draft de 2013, el mismo en el que aparecieron exjugadores de la ACB como Raulzinho Neto, Álex Abrines, Mike Muscala, Lucas Nogueira, Shane Larkin, Marko Todorovic y otros que ahora están en la Liga Endesa como Ryan Kelly, Erick Green, Janis Timma, Bojan Dubljevic y su compañero en el Unicaja Nemanja Nedovic.

En la NBA, pese a alguna actuación destacada, no cuajó porque jugadores de su perfil hay muchísimos, sus etapas en la liga de desarrollo no terminaron de llenarlo y en verano aceptó la oferta del Unicaja después de que el club no pudiera cerrar otras opciones en el mercado. Ahora Ray McCallum busca la manera de brillar en el baloncesto europeo, de mezclar su capacidad para jugar a campo abierto con el rigor táctico que exigen la Liga Endesa, la Euroliga y un técnico como Joan Plaza, que explicó la situación que está viviendo el jugador: “Creemos que va a dar el salto de calidad que esperamos. Es el primero que está angustiado, sabe que no está al nivel que puede dar. Pero le falta experiencia para discriminar situaciones y no chocar contra tres árboles”. Los promedios de Ray McCallum hasta ahora son de 7,8 puntos y 3 asistencias en 20 minutos. En situaciones apurados ha mostrado carácter, calidad y capacidad de resolución, como el jueves en Tel Aviv ante el Maccabi, aunque le falta la regularidad que se le pide a un base y que aún esperan en Málaga.