GRACIA Alonso de Armiño (Bilbao, 1992) ha vuelto a casa tras mucho tiempo fuera. Con 17 años decidió irse a “vivir el sueño americano” y allí encontró un hogar. Lo que iba a ser una experiencia de un solo curso, se convirtió en media vida académica en Norteamérica. Muchos años fuera de casa, creciendo académicamente y baloncestísticamente en Estados Unidos. Ahora, muchos jóvenes jugadores deciden cruzar el Atlántico con una beca para compaginar en las universidades estadounidenses baloncesto y estudios. Alonso de Armiño decidió hacerlo en una época en la que no era tan normal y por un camino muy diferente al de hoy en día. “Fui como estudiante de intercambio. Estuve viviendo con una familia americana y cursando segundo de bachiller en un high school. Me apunté al equipo de baloncesto, me di a conocer y me dieron una beca”, cuenta. La bilbaina firmó con la universidad de Free-Hardeman y disputó la NAIA, liga de universidades privadas, obteniendo buenos resultados.

En Estados Unidos terminó la carrera de enfermería y tras una temporada como jugadora profesional en la liga sueca, este año decidió volver a casa y fichó por el Lointek Gernika, equipo con el que se enfrentará mañana al Al-Qázeres. Fue un retorno deseado, pero que al principio supuso un “shock cultural”. “Es una batalla que tengo conmigo misma y que tengo que superar. He madurado en Estados Unidos y comparto muchas cosas con ellos, que no me siento ni mitad americana ni nada, pero parte de mí está allí. He vivido experiencias que me acaban marcando”, afirma la bilbaina. En el aspecto deportivo, el cambio también ha sido grande, tras varios años sintiéndose muy importante en su equipo, ahora tiene un papel más secundario. “Estoy en un proceso de aprendizaje y juegue o no, los entrenamientos me vienen muy bien para aprender. He vuelto, pero no era la misma jugadora que me había ido. Quería que me vieran lo que había aprendido, pero me estaba saliendo al revés”, reconoce.

Partido ante el Al-Qázeres Asimismo, el Lointek Gernika abrirá mañana la segunda vuelta en Maloste. Las gernikarras recibirán a partir de las 18.30 horas al Al-Qázeres, un equipo recién ascendido que ha demostrado que puede plantar cara en la Liga Femenina, consiguiendo el pase para la Copa y ganando a las vizcainas en el estreno liguero. “Se nos han ido dos jugadoras, pero hemos vuelto con muchas ganas a entrenar y queremos empezar la primera vuelta al nivel que estuvimos al principio”, declara Alonso de Armiño, que recuerda muy bien las dificultades puestas por su rival en el anterior encuentro: “Tenemos que recordar lo que hicimos allí y la forma en la que nos derrotaron para que no vuelva a ocurrir”. La bilbaina tiene una importante prueba mañana ya que deberá dar un paso adelante para ayudar a cubrir la baja de la pívot Sandra Pirsic, una de las jugadoras que ha abandonado el club en estas navidades.