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El Dominion Bilbao Basket con pulso firme

El Dominion Bilbao Basket, superior de principio a fin, reduce los dientes de sierra de su rendimiento como local y da buena cuenta del Murcia en la vuelta de Fotis Katsikaris a Bilbao

El Dominion Bilbao Basket con pulso firme

Bilbao - Con muchos más picos que valles en su rendimiento respecto a anteriores citas en el Bilbao Arena, con una notable actuación coral que permitió que el nivel de intensidad no sufriese mermas con las rotaciones y con un reparto del balón tan solidario como efectivo, el Dominion Bilbao Basket dio ayer buena cuenta de un UCAM Murcia que, como reza la etiqueta que lleva adosada desde hace tiempo, sigue bajando muchos enteros su puesta en escena fuera de casa. Los hombres de negro gobernaron el encuentro de principio a fin, apenas sufrieron sobresaltos y ofrecieron trazas de equipo con las ideas claras, de grupo sólido y dañino, lo que es fundamental para recargar los tanques de autoestima antes de jugarse el miércoles en Bandirma su porvenir continental.

En el regreso de Fotis Katsikaris al Bilbao Arena, los miramientos de los de Sito Alonso y de su afición se limitaron a los prolegómenos del encuentro para rendir tributo al de Korydallos tal y como merece alguien que ha sido pieza clave en la historia del club, pues cuando el balón se lanzó al aire los anfitriones afilaron la mirada y se lanzaron a la yugular murciana sin hacer prisioneros. El 14-3 con el que arrancó la contienda fue la rampa de despegue de un equipo que ayer supo mantener el pulso firme en todo momento. Solo le tembló fugazmente en los instantes finales del tercer acto, cuando al verse 18 puntos por debajo en el luminoso los visitantes apostaron por introducir defensas zonales. El Bilbao Basket perdió momentáneamente la brújula ofensiva, pero tuvo en su gran labor de retaguardia un fantástico salvavidas antes de hacer añicos el duelo en el arranque del acto final.

Mientras que el suministro de puntos del UCAM Murcia quedó limitado a la inspiración triplista de Wood y a las habichuelas que Faverani se buscaba debajo del aro -Campazzo, demasiado revolucionado, hizo más mal que bien a los suyos-, a los hombres de negro les sobraron ayer argumentos ofensivos. Si no era Álex Mumbrú el que martirizaba a Rojas al poste era Clevin Hannah el que fusilaba desde la larga distancia. Y si no, surgía Georgios Bogris - ¡cómo ha crecido el griego con el paso de los partidos!- para activar su tirito de media distancia, o Dejan Todorovic para recordar que se puede contar con él, o Dairis Bertans, o Axel Hervelle... Y es que el buen trabajo de la segunda unidad no solo permitió una resolución desahogada, algo que el público, acostumbrado a la taquicardia, agradeció, sino que permitió a Sito Alonso ahorrar minutos a los jugadores más castigados en el aspecto físico.

Fuga tempranera Fue el Dominion Bilbao Basket el contendiente que mayor efectividad mostró desde el arranque de la contienda. Muy bien plantado en defensa, limitando al juego de los murcianos a las penetraciones de Campazzo, y entonado en ataque, suyas fueron las primeras rentas de la contienda. Bertans fusilaba desde la larga distancia, Bogris percutía desde la media, Mumbrú mandaba al poste y el 14-3 se convirtió en una realidad en un abrir y cerrar de ojos ante un rival muy pobre de argumentos. Los de Sito Alonso llegaron a fabricar una renta de quince puntos y el 28-14 con el que se clausuraron los diez minutos iniciales suponía una gran noticia, aunque el arranque del segundo acto hizo descender la euforia de la grada, ya que el estado de gracia de Wood desde la larga distancia (nueve puntos casi seguidos) y el trabajo debajo del aro de Lishchuk y Faverani abortaron el demarraje bilbaino. El 34-30 a 5:08 del descanso hizo recuperar el estado de alerta, Sito Alonso devolvió a cancha a sus primeros espadas y un par de buenas acciones defensivas y el acierto en el tiro exterior permitieron volver a estirar el chicle (42-30). El UCAM Murcia resistió merced a la actividad de Faverani y a la muñeca de Campazzo, pero los anfitriones, con la compostura recuperada, alcanzaron el descanso con un interesante 49-39.

Wood compareció en la reanudación del choque sin perder ni un ápice de acierto desde la larga distancia, pero se topó delante a un cuerpo de fusileros de élite. Los dos triples del estadounidense encontraron respuesta por parte de Hannah y Mumbrú, embocando lanzamientos a cada cual más complicado, y el Bilbao Basket recuperó su máxima ventaja hasta entonces (64-49) a 5:22 de la conclusión del tercer cuarto. Sin embargo, Katsikaris activó una zona de urgencia y a los anfitriones se les hizo de noche. Los visitantes respiraron con un 0-6 en dos minutos, pero a los hombres de negro les rescató su retaguardia. Los anfitriones no anotaron ningún tiro de campo en cinco minutos (su suministro se limitó a cuatro tiros libres de Raúl López), pero se las arreglaron para llegar a los diez minutos finales con un notable 68-56. En la apertura del acto final, dos triples seguidos de Ruoff y Hervelle proporcionaron a los de Sito Alonso la distancia de seguridad suficiente (74-56) para que los de Katsikaris solo pudieran optar a maquillar la derrota.