BILBAO
HACE una década, Tiago Splitter lamentaba la eliminación del Bilbao Basket en el play-off de ascenso en su primera temporada en la LEB. Con apenas 18 años, miembro del trío los Falconettis junto a Txemi Urtasun y Rubén Quintana, había ocupado por segundo año plaza de extranjero en el equipo de Txus Vidorreta y firmado unos números de adulto: 13,3 puntos, siete rebotes y casi dos tapones de media. Ya se intuía entonces que ese chaval rubio con cara de bueno que había fichado el Baskonia con solo 15 años iba a llegar muy lejos, a la NBA concretamente. Pues bien, esta próxima madrugada Splitter inicia la disputa de su primera final en la mejor Liga del mundo consolidado como pívot titular de San Antonio Spurs con los que esta temporada ha promediado 10,3 puntos y 6,4 rebotes en la Liga regular.
En su tercera campaña en el conjunto texano, el pívot de Joinville ha convencido a Gregg Popovich, como en su día convenció a Vidorreta o a Dusko Ivanovic. Ahora, Tiago Splitter es ya un jugador hecho y derecho de 28 años que inició su viaje hacia el profesionalismo repartiendo su tiempo entre las aulas de Escolapios, los entrenamientos en grupo con el Bilbao Basket y los individuales en Gasteiz junto al sabio Iñaki Iriarte. Todas esas horas acabaron puliendo un pívot de élite que dominó la Liga ACB y la Euroliga y llegó a la NBA tras ser campeón con el Baskonia y lograr el de MVP de la temporada y de la final que su equipo ganó al Barcelona en 2010.
Pero Estados Unidos es otra cosa y en San Antonio debía ser paciente, adaptarse como tantos otros, porque Popovich no es de los que regala minutos a los novatos. Pero ese recorrido ha llegado a su destino y le ha puesto delante de LeBron James, el mejor jugador del mundo ahora mismo, que quiere establecer su particular dinastía con Miami Heat. Será la primera final para Splitter, pero la quinta en quince años para los Spurs que ganaron todas las anteriores en año impar. La última de ellas, en 2007 ante Cleveland Cavaliers de un todavía inexperto LeBron que ahora está mucho mejor rodeado que entonces y, como dice él mismo con cierto tono de altivez, es "cuarenta o cincuenta veces mejor jugador".
estilo europeo Tiago Splitter se ha convertido en un bastión defensivo del equipo más europeizado de la NBA. Siete jugadores de estos Spurs están formados en el baloncesto del ámbito FIBA, por lo que su estilo resulta reconocible y atractivo sin necesidad de ser exageradamente espectacular. En el centro de las operaciones sigue apareciendo Tim Duncan, el único de la plantilla que ha estado en todos los títulos y que a sus 37 años parece atravesar una tercera juventud tras superar los problemas físicos que le lastraron en los años anteriores y camina hacia agrandar su leyenda. Tony Parker y Manu Ginobili también siguen siendo claves en un equipo al que Popovich ha añadido valiosas piezas jóvenes como Danny Green o Kawhi Leonard que otorgan piernas frescas, capacidad defensiva y ritmo alto a un equipo al que no le pesan los años.
New York Knicks, New Jersey Nets, Detroit Pistons y Cleveland Cavaliers fueron batidos antes por los de Texas en la final de la NBA, que en 2013 será inédita.
Para Miami Heat será la cuarta de su historia, la tercera consecutiva, algo que en la Conferencia Este nadie lograba desde Michael Jordan y sus Chicago Bulls. Los de Florida han llegado cumpliendo lo previsto a un duelo que estaba casi cantado según avanzó la temporada regular, pero también han dejado dudas respecto a su estado de forma, sobre todo el de Dwyane Wade y Chris Bosh, los dos escuderos de King James en el Big Three que tendrán que elevar su nivel en estas dos semanas para hacer frente al juego colectivo y sin fisuras de los Spurs.
Los pronósticos están divididos en una final que se intuye larga y que contrapone dos maneras de entender el baloncesto y también la vida en dos ciudades antagónicas. Popovich cree tener antídotos contra LeBron James, pero también los Heat pueden crear dificultades si consiguen alejar a Duncan del aro. Pero dentro estará Tiago Splitter, el primer exjugador del Bilbao Basket que disputa una final de la NBA. El largo viaje de una década que comenzó en La Casilla ha llegado hasta Miami.