Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha convocado de urgencia esta tarde a los representantes del Athletic. Sobre la mesa, estudiar la posibilidad de que la final de Copa del próximo 3 de abril en La Cartuja cuente con público. En la reunión, que se celebrará en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas a partir de las 16.00 horas, la RFEF planteará que la gran cita del torneo del K.O. se convierta en el primer partido del fútbol entre equipos de Primera tras la pandemia que albergue espectadores en las gradas. A este encuentro también asistirá una delegación de la Junta de Andalucía encabezada por el secretario general para el Deporte, José María Arrabal, así como una representación del Consejo Superior de Deportes (CSD). Pero no parece que vaya a haber fumata blanca. Después de que la noticia circulara durante toda la jornada del miércoles, convirtiéndose en la conversación más recurrente, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, echó al traste los planes de Rubiales. Fue en el Consejo Interterritorial y ante los representantes de las Comunidades Autónomas, que se reunieron de urgencia para abordar la problemática con las vacunas de AstraZeneca. La responsable del Gobierno español mostró en este foro su rechazo frontal a la apertura de La Cartuja. Simplemente, no toca. Una postura que también defendió el Ejecutivo vasco.

Darias desaconsejó la disputa de las finales con público. Desde el Ministerio no entienden el paso dado por la RFEF. Lo dijo en rueda de prensa a la conclusión del cónclave. "No es posible, adecuado, oportuno ni conveniente. Todos tenemos ganas de volver a estar presencialmente en estos eventos, pero entenderán que no es el momento", enfatizó la ministra. Con los datos de la pandemia estancados y en bastantes territorios al alza -en Andalucía rozaron el miércoles los mil contagiados-, el mensaje que se lanzaría a la sociedad no sería el adecuado. Además de posibilitar aglomeraciones.

El plan de la Federación Española de Fútbol, según adelantó la cadena Ser, es que el estadio andaluz pueda acoger hasta 15.000 personas en sus localidades (un 25% de su aforo total, que es de 60.000 asientos). Al margen de si es lo más adecuado o no cuando se han suspendido otros actos masivos como las procesiones de Semana Santa, previstas para las mismas fechas, la cuestión es que el cierre perimetral instaurado en la Comunidad Autónoma Vasca hasta después de Semana Santa -el lehendakari, Iñigo Urkullu, ya ha avisado de que los datos de la evolución del covid-19 no son buenos y no se descarta que el LABI pueda aumentar las restricciones en los próximos días- impediría el desplazamiento de simpatizantes de los dos equipos hasta La Cartuja. Pero ya no sería una final desangelada sin la presencia de aficionados dando calor desde la grada, ya que los residentes en la provincia de Sevilla -la Junta mantiene el cierre perimetral de las ocho provincias- que desearan acudir a ver el histórico derbi en directo sí lo podrían hacer, siempre que se hicieran con una de las entradas si finalmente no es a puerta cerrada.

El Athletic -lo harán cuando conozcan de primera mano el planteamiento de Rubiales-. Ambos equipos decidieron aplazar la final, prevista para la temporada pasada, ante la posibilidad de que se disputara con público. Con el visto bueno de la RFEF, a bilbainos y donostiarras este paso les costó quedarse sin la plaza europea que había en juego si la final se hubiese celebrado a puerta cerrada cuando tocaba por el calendario. La Real, eso sí, se clasificó para la Europa League a través de la liga.

Críticas del Gobierno vasco

Los que no estarán en La Cartuja son los representantes de las instituciones vascas. Así lo han asegurado desde el Gobierno vasco y desde los Ayuntamientos de Bilbao y Donostia. Ante la imposibilidad de que los residentes en Euskadi pongan rumbo a la capital andaluza para asistir en directo al duelo, Iñigo Urkullu, Juan Mari Aburto y Eneko Goia ya han advertido de que verán el encuentro en sus respectivos hogares. De hecho, el portavoz del Ejecutivo vasco rechazó los planes de la Federación Española. "No parece el mejor momento para invitar al público a asistir a un encuentro. En ninguno de los países europeos del entorno, con tasas de coronavirus similares a España, se está pensando, en estos momentos, en convocar a público a los eventos deportivos. La situación sanitaria no aconseja ningún desplazamiento de este tipo, y obliga a actuar con mucho cuidado", destacó Bingen Zupiria en una comparecencia ante los medios de comunicación.