María atiende a los clientes bajo la sombra de un árbol en la Gran Vía de Bilbao, frente al Palacio de la Diputación de Bizkaia. A ella el sol no le pega directamente, pero lo tiene a unos pocos metros y el calor se nota igual. A diferencia de otros de sus compañeros que trabajan dentro de las casetas de la ONCE repartidas por toda la ciudad, a ella le toca trabajar en la calle

Al igual que en el caso de Daoiz y Maxim, a María también le han adaptado los horarios y explica que en estos días de tanto calor suelen recoger antes. Sentada en una banqueta junto al puesto de cupones que regenta, esta vendedora dice que sobrelleva el día “como puede” y que el agua y el ventilador son sus mejores aliados para hacer frente a este bochorno tan pegajoso que nos acompaña desde hace días. En su caso, María ha recurrido a un ventilador muy original y sobre todo muy práctico.

Se trata de una especie de diadema que se coloca en el cuello y que tiene dos pequeños ventiladores que apuntan directamente a la cara, haciendo que la sensación de frescor sea mucho mayor. Así, puede tener las manos libres para trabajar y asegurarse de que, por lo menos hasta que el aparato se quede sin pilas, podrá despreocuparse un poco del calor, sintiendo el frescor del aire en todo momento.

Pequeñas oficinas

Y es que ante esta ola de calor tan intensa que ahoga al territorio estos días y a la que todavía no nos hemos acostumbrado, toca echarle imaginación y buscar cualquier remedio para bajar la temperatura corporal y hacer que las horas de trabajo se hagan lo más amenas posibles. 

Bajando por la Gran Vía hacia la zona de El Arenal, hay numerosas casetas de la ONCE vacías. En las que están ocupadas por trabajadores y trabajadoras de la entidad, el calor no se nota como en la calle.

Ya desde hace unos años, estas cabinas son como pequeñas oficinas que cuentan con calefacción para los días más fríos del invierno y con aire acondicionado para días como los que venimos sufriendo. Dos realidades de un mismo trabajo que nos muestran dos caras muy distintas de lo que supone trabajar a pie de calle y como unos y otros cuentan con sus propios trucos para desempeñar su labor de la mejor manera posible, sin poner en riesgo su salud de cara a este verano que se prevé muy cálido.