Mikel Jauregizar, el gran protagonista del Athletic en el año que termina

Juegan el portero y diez más. Esta vieja fórmula refleja algo bien sabido, como es la existencia constante de variaciones en las alineaciones de los equipos. Aunque haya futbolistas que actúan con una frecuencia superior a la de otros, e incluso alguno que nunca falta y habitualmente es el que se ubica en la portería. En la presente temporada, Unai Simón solo se ha perdido el partido de Copa celebrado el jueves pasado en Ourense, siendo titular en el resto, ya fuesen de liga o de Champions. No siempre ha sido así, en años anteriores se registró cierta alternancia en su puesto.

Ahora que 2025 está a punto de concluir, hay que destacar que el Athletic cuenta con un fijo en su once y no utiliza guantes. Mikel Jauregizarestá a punto de establecer una marca que entra en el terreno de lo increíble. Resta un encuentro oficial, el que tendrá lugar mañana, lunes, en San Mamés ante el Espanyol, y nadie duda de que el centrocampista bermeano tomará parte desde el minuto uno y probablemente no abandone el césped hasta que el árbitro decida que los protagonistas se retiren a los vestuarios.

De confirmarse la previsión, Jauregizar cerrará el año natural habiendo participado en todos los partidos disputados por el equipo menos en uno. La excepción tuvo lugar el 20 de abril, con ocasión de la trigésimo segunda jornada del campeonato de liga 1924-25. Ese día, el Athletic acudió al Santiago Bernabéu y fue derrotado por la mínima, al recibir un gol en el tiempo añadido. Jauregizar permaneció sentado en el banquillo, el centro del campo estuvo formado por Prados y Vesga.

En el resto de los compromisos, siempre ha figurado entre los elegidos por Ernesto Valverde, lo cual significa que, con la salvedad apuntada, el chaval ha intervenido en los 54 partidos disputados entre el 4 de enero y 18 de diciembre. La elocuencia del dato resulta abrumadora, describe una realidad absolutamente fuera de lo normal. Daría igual que fuese a una edad distinta, pero Jauregizar acaba de cumplir 22 años y la vigente es su tercera campaña en la élite, aunque en realidad debería computarse como la segunda.

En la campaña de su debut en el primer equipo, 2023-24, apenas logró jugar unos cuantos ratos para acabar sumando 190 minutos. Ese rol testimonial experimentó una llamativa evolución en la 2024-25. Fue algo gradual a lo largo de la primera mitad del calendario, según se aproximaba el final de 2024 fue asomando con mayor asiduidad en la pizarra de Valverde y desde enero de 2025 se convirtió en imprescindible. En los cuatro meses y medio siguientes jugó 29 partidos, en 24 de los cuales su nombre apareció en la formación titular y solo fue sustituido en siete. Es decir, completó diecisiete encuentros.

Una barbaridad si a su juventud se añade la función que desempeña, su lugar en el campo, su perfil. Jauregizar representa el prototipo de medio trabajador, que realiza un gran despliegue, nunca rehuye el trabajo sin balón e intenta tener presencia en las inmediaciones del área rival. En fin, que es un centrocampista de nervio, fuerte, que no podría catalogarse como un peón, pues posee recursos de sobra para generar fútbol.

Al margen de sus condiciones físicas y técnicas, la generosidad que le caracteriza y un nivel altísimo de disponibilidad, casi no ha pisado la enfermería, han hecho de él un elemento imprescindible. Al menos, a juicio de Valverde no cabe la más mínima duda al respecto. En la segunda mitad de 2025, sus números siguen en la línea de antes del verano. La verdad es que ha ido ganando en importancia. Sin duda, la baja de larga duración que sufre Beñat Prados influye en la consolidación de las abultadas estadísticas de Jauregizar, cifras que muestran una utilización desmesurada de sus servicios.

No se ha perdido un solo compromiso desde agosto: ha estado en lo 24 partidos que acumula el Athletic, solo en dos no ha salido como titular y en 15 ha completado los noventa minutos. Si estos números se agregan a los ya mencionados correspondientes al período que va de enero a mayo, pues en el cuentakilómetros de Jauregizar constan 53 partidos, 46 titularidades, 32 enteros y 4.053 minutos de juego sobre los 4.860 posibles.

Esta dinámica se antoja insostenible en el medio plazo, pero persiste, incluso va a más, sin que nadie ponga remedio, algo que le corresponde obviamente a Valverde. El entrenador no ha tenido inconveniente en aludir un par de veces a la exagerada carga de esfuerzos que viene soportando Jauregizar; no obstante, insiste en sacarle a jugar siempre y prácticamente todo.