El Athletic puso ayer fin a su racha de tres jornadas consecutivas sin ganar en liga con una merecida victoria sobre un pobre Oviedo, que ratificó su condición de colista de LaLiga EA Sports, en un encuentro en el que el conjunto rojiblanco se quedó corto en el marcador, ya que desperdició un buen número de ocasiones de gol. Un triunfo que aporta serenidad en el colectivo de Ernesto Valverde, que encara el tercer parón competitivo del curso aliviado y con la misión de cargar pilas ante el exigente calendario que le viene, tanto en liga como en Champions, por delante en lo que resta de año.
Los tres puntos y la buenas sensación que deja el estreno de Selton en San Mamés
El Athletic volvió a ganar en liga cuatro jornadas después, un triunfo que le permite tomar aire fresco. Cumplió el conjunto rojiblanco ante el Oviedo, que jugaba por primera vez en el nuevo San Mamés y que lo hacía un cuarto siglo después de su última comparecencia liguera en Bilbao, en la que también, como ocurrió en esta ocasión, hincó la rodilla. Ayer, el cuadro ovetense, actual colista de Primera División, no encajó un 4-0 como 25 años atrás, solo recibió un gol, pero sus sensaciones fueron muy pobres ante el colectivo de Ernesto Valverde, que se había conjurado para amarrar los tres puntos, de ahí su propuesta y ambición por hacer realidad ese deseo. Para más inri, Unai Simón, que protagonizó algún que otro susto que debe corregir, volvía dejar la puerta a cero, un hecho que no se producía desde la segunda jornada, cuando los leones batieron, también por la mínima, al Rayo Vallecano.
Partidos como el de ayer no pasarán a la historia y, seguramente, con el paso del tiempo se borrará en la mente de muchos, pero no será en el caso de Selton Sánchez, la nueva joya de la corona de Lezama que puso la guinda a una semana fantástica en clave personal. Si el pasado miércoles debutó como león en un escenario de enjundia como el St James’ Park, ayer se estrenó a lo grande en San Mamés a sus 18 años de edad en un partido en el que compareció de inicio y en el que sacó detalles del talento que lleva dentro. Solo falta darle continuidad que favorezca ese crecimiento de un diamante por pulir. En su momento le sucedió algo similar a Nico Williams, que ayer se rehabilitó después de sus penosos encuentros anteriores con un gol de esos que se guardan en vídeo. Fue otra estampa positiva que dejó el duelo.
Lo peor: La incertidumbre que genera no saber matar el partido
El Athletic ha cogido la mala costumbre de dar su punto ansioso a sus victorias, porque las cinco que suma en liga hasta la fecha las ha firmado con ventajas mínimas. Ante el Oviedo le debería haber sobrado la incertidumbre que genera llegar al tramo final de un choque con el marcador tan apretado, ya que los rojiblancos desperdiciaron un buen número de ocasiones de gol, que en caso de haber transformado alguna de ellas, le habría permitido evitar ese suspense en los últimos minutos, llegando incluso a pedir la hora, lo que no es nada benigno para los corazones de muchos athleticzales.
Esa ausencia de instinto depredador le pudo costar caro al conjunto rojiblanco, que debe corregir despistes defensivos que ya le han penalizado en muchos encuentros, el último el pasado miércoles en Newcastle. El arriesgado toque atrás de cabeza de Dani Vivian a modo de cesión causó un sobresalto al personal y que tuvo que corregir Unai Simón en una salida de su área en la que incluso llegó a jugarse el físico con el delantero Fede Viñas, que se pasó de frenada en su choque con el meta rojiblanco, que en la primera mitad estuvo muy cerca de armarla con dos errores consecutivos.
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