No tiene tatuajes, “ni tengo la idea de hacerme ninguno”, prefiere ser discreto, prefiere la rutina y es muy familiar. Vamos, una especie de rara avis en un mundo donde el futbolista de élite cada vez se expone más.

¿Qué representa para usted la figura de Roger?

Fue la persona que se fijó en mí cuando jugaba con la ikastola en Eibar, cuando era un niño y me dio la oportunidad de venir a hacer las pruebas con el Athletic. Seguimos manteniendo el contacto, nos vemos de vez en cuando, sobre todo cuando coincidimos por Eibar, él es de Ermua. Es una persona muy importante para mí, en mi carrera, el que me abrió las puertas de venir aquí, cambió mi futuro y mi vida en ese sentido.

Y vino a entrenar a Lezama, un chico de Eibar, guipuzcoano. ¿Ese chaval era de la Real?

(Risas) No. En Eibar hay mucha gente del Athletic, mucha gente de la Real. Yo de pequeño, la verdad, era socio del Eibar, me gustaba mucho el Eibar, iba siempre a ver los partidos y luego también ahí éramos del Eibar y de un segundo equipo, del Athletic.. Luego el paso del tiempo, los años en Lezama, me han ido todavía arraigando más a este club, que es diferente .

Hijo de una profesora de filosofía. ¿Su ama le daba muchas, valga la expresión, charlas filosóficas?

No, no. Me ha ayudado mucho siempre con todos los trabajos de clase, con todos los deberes, cuando me tocó filosofía, la selectividad... y siempre me ha ayudado muchísimo en esa faceta, pero no me ha dado muchas charlas.

El próximo diciembre se van a cumplir 14 años de su debut como león, en aquel partido de Europa League en el Parque de los Príncipes ante el PSG. ¿Qué queda de aquel chaval de solo 18 años?

Lógicamente el paso del tiempo te va haciendo madurar, las experiencias te van cambiando, te van marcando. Lo que queda de aquel chaval es esa ilusión, esa pasión por el fútbol, esa ilusión de jugar en el Athletic, de seguir viviendo este sueño. Cuando eres tan joven, siempre soñaba con jugar en el Athletic, con ser jugador de Primera División y luego con todo lo que me ha costado llegar aquí, quizá ahora tengo esa misma ilusión, pero valoro mucho más lo que es estar aquí y lo que es poder disfrutar de este club.

¿Le vino todo muy rápido en aquellos momentos?

Quizá sí, era muy joven, pase prácticamente del juvenil, iba a ir al Bilbao Athletic, pero ya empecé la pretemporada con el primer equipo con Marcelo (Bielsa) y ya me quedé en el día a día con el primer equipo. Fue algo precioso porque para mí era un sueño, pero es verdad que fue una exigencia física y mental muy grande para lo joven que era.

“Cuando debuté con Bielsa fue algo bonito, pero fue una exigencia física y mental muy grande para lo joven que era”

Bielsa dijo de usted que tenía un ángel por su talento, pero lo cierto es que ese año ya no volvió a jugar con el primer equipo, al siguiente jugó no con cierta irregularidad hasta que se lesionó. ¿Se llevó un pequeño chasco?

No, qué va, para nada. Estar en el día a día y entrenar con el primer equipo era algo increíble, estaba alucinando con todo y yo era consciente de que era un privilegio estar ahí, pero que para competir con el Athletic y con el primer equipo todavía me quedaba muchísimo aprendizaje. Fue lo que intenté hacer, ir creciendo, ir mejorando. Como dice, en la segunda temporada sí que empecé a participar un poquito más y luego me llegó la rotura del cruzado que también me hizo aprender muchas cosas y madurar.

Una curiosidad, ¿de qué le viene el apodo de ‘Galaxy’?

La verdad es que no me acuerdo muy bien, pero en esa primera etapa, cuando empezaba con el primer equipo, creo que fue Iker Muniain que empezó con lo de ‘el Galarreta, el Galaxy’. De ahí salió, a partir de ello se quedó ahí y a día de hoy aquí dentro todo el mundo me llama así.

Salió de Lezama para jugar en el Mirandés, Zaragoza, Leganés, Numancia, Barça Atlètic, Las Palmas y Mallorca antes de volver al Athletic. ¿Lo suyo ha sido una carrera de fondo?

Esto lo he pensado muchas veces. Debuté pronto en Primera División, pude cumplir ese sueño, pero luego me tocó salir a Segunda División, yo en ese momento tampoco le daba muchas vueltas y lo valoro mucho, me parece una categoría espectacular, en la que he disfrutado mucho, en la que he aprendido muchísimo y jugar en Segunda División ya lo veía como un sueño, poder dedicarme al fútbol. Me costó muchos años volver a jugar en Primera División, lo quiero disfrutar y aprovechar.

Una persona ajena que vea su historial fríamente, de un jugador que ha jugado en siete clubes seguidos, puede pensar que es un culo inquieto, que haya tenido algún tema problemático en algún club; pero es lo contrario, parece un chico bueno, tímido, sin que se meta en un fregado. ¿Se ve así?

Empecé a salir cedido, vas un año a un sitio, vuelves, empezaba aquí la pretemporada, cuando me decían que tenía que volver a salir, pues bueno, al final lo que haces es valorar las opciones que tienes, dónde puede encajar mejor tu juego, dónde puedes aprovechar más los minutos, dónde puedes intentar crecer más, siempre con el objetivo de volver al Athletic. Luego, como dice, he vivido experiencias buenísimas, no he tenido nunca ningún problema en ningún club, al revés, súper agradecido a todos los clubes por los que he pasado, he conocido diferentes ciudades, vestuarios, clubes a los que estaré siempre agradecido y he vivido momentos increíbles; y nunca he tenido ningún problema en ningún sitio.

No me ha respondido a la segunda parte de la pregunta.

Sí, soy tímido. Al principio me cuesta, luego cuando ya me suelto, dejo esa timidez de lado. No me gusta meterme en líos, me gusta estar tranquilo, me gusta el fútbol y estar con mi familia, con los amigos, con los compañeros, pero luego no me gusta que se hable de mí, ni meterme en jaleos, ni nada.

O sea, un rara avis.

Sí, bueno...

Tampoco es de tatuajes, ni de otros alardes.

No, no tengo tatuajes y no tengo la idea de hacerme ninguno.

“Me gustaría jugar ante Palestina, uno de los sueños que me queda por vivir es poder jugar un partido con la Euskal Selekzioa”

¿Le gustaría jugar el partido de la Euskal Selekzioa ante Palestina?

Claro que sí. Nunca me han convocado con la Euskal Selekzioa, de pequeño vivía esos partidos con mucha pasión, me tocó ir a recoger balones en alguno, el ambiente que se vivía en San Mamés era una pasada. Uno de los sueños que me queda por vivir es poder jugar un partido también con la Euskal Selekzioa, sería algo muy bonito.

Se ofrece al seleccionador.

Esto no es ofrecer, creo que la Euskal Selekzioa quiere darle también seriedad a todo esto, entonces habrá un seleccionador que seleccione, y yo, como todos, estoy disponible.

Es, además, un partido que tiene un significado especial, llamado el partido de la paz. ¿Un futbolista de Primera División con la proyección social que tiene debe pronunciarse sobre situaciones como la de Gaza? Borja Iglesias, por ejemplo, sí se pronuncia.

Todo el que se pronuncie en situaciones así ayuda mucho, creo que la sociedad ya está dando un paso adelante por fin en este sentido, con muchas protestas, que creo que eso es muy positivo, y cuanta más gente se pronuncie, mejor. El partido creo que es una oportunidad muy bonita también para reivindicar y ojalá llegue esa paz de verdad, aunque sea tarde, que es lo que se merece el pueblo palestino.