Medio tiempo. Es lo que aguantó Ernesto Valverde sin recurrir a los servicios de Oihan Sancet en un partido que resolvió el de Mendillorri con un gol desde el punto de penalti en el minuto 66. El navarro, de vuelta al equipo tras perderse la apertura del curso ante el Sevilla por la lesión en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha que sufrió el pasado 4 de agosto frente al Liverpool en Anfield, concretó su recuperación para sumarse a la convocatoria y esperar turno en el banquillo. Alex Berenguer fue el encargado de ejercer de enganche en un ataque que no funcionó durante los primeros 45 minutos.
No le gustó lo que vio a Valverde, que ordenó calentar a Sancet pasada la media hora de juego. Especialmente activo durante el calentamiento, el ‘8’ del Athletic fue llamado a filas tras el descanso con la misión de dar un plus de mordiente al frente del ataque. Se quedó en el vestuario Maroan, ocupó la mediapunta Sancet y cayó al costado derecho Berenguer para que Iñaki Williams ejerciera de nueve. Le siguió costando horrores al Athletic alcanzar las inmediaciones de la portería de Batalla mientras Sancet trataba sin demasiado éxito de ganar peso por el pasillo central, pero es sabido que los grandes futbolistas necesitan muy poco para marcar diferencias.
Le bastó al de Mendillorri una incursión en el área rival para forzar una pena máxima que requirió de la revisión del VAR. Le trabó por detrás Gumbau y cayó dolorido al piso Sancet, que aguardó en segundo plano hasta que Iñaki Williams, como hiciera en la primera jornada con su hermano Nico, le cedió el balón para lanzar el penalti. Asumió la responsabilidad el navarro para engañar a Batalla con una sutil ejecución que desató la euforia en San Mamés. Celebró con rabia su primer zarpazo de la temporada un reivindicativo Sancet, máximo goleador del equipo la pasada campaña con 15 goles en LaLiga y 2 en la Europa League.
No entró mucho más en juego hasta el pitido final, pero no le hizo falta al navarro para decantar un choque que terminó resolviendo satisfactoriamente el Athletic para hacer pleno de victorias en las dos primeras jornadas del campeonato.
SUSTO CON LA LESIÓN
Al término del partido, Sancet confesó respecto a su lesión en pretemporada que “me asusté mucho. No sabíamos la gravedad de la lesión y estaba cagado. Después de las pruebas sentí una alegría increíble al saber que iba a estar de vuelta en dos o tres semanas y muy contento por haber regresado”. Respecto a si se marca algún reto en materia realizadora, el rojiblanco señaló que “no me pongo ningún tope, pero espero meter más goles que la temporada pasada y ayudar al equipo”. “Presión cero, estamos jugando al fútbol que es lo que nos gusta y a disfrutar de lo que hacemos. La presión, para otro tipo de situaciones”, concluyó Sancet al referirse al nivel de exigencia al que está sometido.