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Los leones de Minglanilla

La Peña Gainza de la localidad conquense, la tercera más antigua de las 467 del Athletic, celebra su 75 aniversario con el sentimiento intacto. “El significado que tiene para este pueblo es inexplicable”, describe su presidente

Los leones de MinglanillaPEÑA GAINZA

La esencia del Athletic es capaz de llegar a los rincones más inesperados. Uno de ellos está en Minglanilla, un pequeño municipio de apenas 2.300 habitantes en la provincia de Cuenca. Allí, junto a la autovía que une Valencia con Madrid, ondean desde hace más de siete décadas banderas rojiblancas que desafían al tiempo y a la distancia. Este fin de semana, la Peña Gainza de la localidad celebra sus 75 años de historia. Fundada en 1950, es la tercera agrupación oficial más antigua del club bilbaino y representa un ejemplo de fidelidad inquebrantable que no conoce fronteras.

“El significado que tiene el Athletic para este pueblo es inexplicable”, asegura Alberto Mora, presidente de la peña desde 2008. A raíz de su fundación, los socios han recorrido todo el territorio estatal, y más allá, para animar a un equipo que ejerce como icono colectivo para todo el municipio. En Minglanilla se han rendido homenajes a innumerables jugadores y miembros de la entidad, entre ellos el mítico Iribar, a quien Mora describe como “una persona muy querida por todos los socios” por su incansable disposición a atender a todas las agrupaciones. “Nunca le ha faltado tiempo para atendernos, es imagen del club y un increíble embajador”, añade.

De las 467 peñas oficiales con las que cuenta el conjunto rojiblanco, 133 están en Bizkaia, 52 en otras localidades vascas y 282 repartidas por el resto del mundo. La de Minglanilla se gestó en 1945, cuando un grupo de vecinos comenzó a organizarse como colectivo de seguidores rojiblancos. En sus primeros años fue conocida como Peña Atlético de Bilbao, pero en 1950 decidieron rendir homenaje a una figura que encarnara los valores del equipo: Agustín Piru Gainza. El extremo firmó personalmente los primeros carnets de socio, un gesto que selló una conexión emocional con Bilbao que sigue intacta, incluso tras su fallecimiento hace ya tres décadas.

En honor al jugador con más temporadas y títulos de la historia del club, la agrupación creó años después una singular mascota: un león llamado Piru. “No teníamos mascota, así que decidimos crear una y llamarla así en honor a Gainza”, explica Mora. La figura de este león se ha vuelto icónica en la localidad, especialmente desde que un vídeo viral lo mostró recorriendo las calles del pueblo con dos ramos de flores durante la tradicional ofrenda a Santo Cristo de la Salud, el patrón de la localidad, rodeado de vecinos con camisetas rojiblancas. Este fin de semana, como manda la tradición, Piru ha vuelto a salir a celebrar el 75º aniversario de la peña.

El año pasado, la agrupación vivió uno de sus momentos más emocionantes en décadas: la conquista de la Copa tras cuarenta años de sequía en el torneo del K.O. “Aquella final supuso una inmensa alegría para todos. Los más veteranos aún recordaban los títulos de los años 80, pero para muchos jóvenes fue la primera vez que veían al Athletic campeón”, rememora el presidente de esta singular peña. Más de una veintena de socios viajaron a Bilbao para ver en directo la subida de la gabarra. “Yo no pude ir, pero los que fueron lo cuentan como algo único y especial”, relata.

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Sin embargo, no todo ha sido fácil. Mora reconoce que entre los años ochenta y la primera década de los 2000, la agrupación atravesó un pequeño “bajón”, motivado en parte a la falta de éxitos deportivos. Aun así, resistió con entereza y a día de hoy sigue tan viva como siempre. Visitar San Mamés continúa siendo una experiencia casi sagrada para los peñistas: “Cada vez que vamos a Bilbao es muy especial. El trato de la gente, el cariño que recibimos… es espectacular. Para nosotros no es como ir a cualquier otro partido, es como estar en casa”, afirma Mora.

Este fin de semana, Minglanilla se vuelca en la conmemoración de este aniversario tan especial. “Somos un pueblo pequeño. Ya en otras ocasiones nos hemos quedado sin espacio para dar de comer a todo el mundo. A ver cómo nos apañamos esta vez…”, comenta el presidente entre risas. La programación ha incluido actividades para los más pequeños, homenajes a jugadores y peñas, y una fiesta pensada para recordar que, aunque estén lejos de San Mamés, el corazón rojiblanco late fuerte en La Mancha.