El pasado 1 de abril, cuando la temporada enfilaba hacia su recta final, Sergio Navarro anunció que sería su último curso como director de Lezama. Mikel González, director de Fútbol del Athletic, debía encontrar un sustituto. Después de tres campañas y alegando motivos personales, Navarro dejaba vacante un puesto en el que trabajó, según destacó la entidad el día de la comunicación de su renuncia al cargo, en la implantación y desarrollo de “un modelo de formación integral de jugadores y jugadoras, poniéndoles en el centro del proceso, trabajando de manera integral la formación académica, la personal, el desarrollo mental y psicológico, y el desarrollo de máximo rendimiento deportivo”. Es decir, el relevo asumiría tales funciones.
Solo cinco días después de la última exposición de Navarro como director de Lezama, en la que se llevó a cabo un balance del trabajo realizado a lo largo del curso, sobre el cual se subrayó que “ha sido una grandísima temporada en Lezama; estamos mejor que nunca de salud y con grandes proyectos de jugadores”, el Athletic ha anunciado el reemplazo para la dirección de la cantera. El elegido es Eneko Bóveda, un perfil de la casa, “un hombre con sello Lezama”, como le ha catalogado el club.
No en vano, el exjugador rojiblanco ha permanecido vinculado a la entidad de Ibaigane durante 17 temporadas. Su experiencia más reciente comenzó en agosto de 2022, cuando tras colgar las botas retornó a Lezama captado por el grupo de trabajo de Jon Uriarte para desempeñar, como destacan desde el club, “un rol fundamental en la captación del fútbol profesional y sub’23, además de haberse dedicado en los últimos dos ejercicios a la coordinación del Bilbao Athletic”.
Ahora Bóveda, de 36 años, da el salto a la cúspide de la planificación deportiva de Lezama. Permanecerá en el puesto de director de la cantera durante al menos una temporada, la última del periodo de mandato de Uriarte. Sobre el durangarra “recae la responsabilidad de la gestión de los equipos masculinos y femeninos de base”, apuntan desde el club.
Formado en Lezama desde los 11 años
Bóveda recaló por primera vez en Lezama en el verano del 2000, cuando aún no había cumplido 12 años, procedente del equipo de la Ikastola Maiztegi, de Iurreta. Pasó por todas las categorías desde el infantil de primer año. Quemó etapas hasta debutar con el primer equipo el 26 de abril de 2009, de la mano de Joaquín Caparrós, para plantar competencia como lateral derecho a Andoni Iraola, quien fue su ídolo de infancia. Entre la 2008-09 y la 2009-10 alternó el Bilbao Athletic con el primer equipo. En aquel primer periplo como león disputó tres encuentros. Luego emprendió rumbo al Eibar con la carta de libertad.
Entre 2011 y 2015 se convirtió en uno de los protagonistas de un equipo que logró ascender desde la Segunda División B hasta Primera en solo dos años, aquel primer ascenso lo recuerda como su momento álgido como futbolista. “Me cambió la vida al haberme visto en una especie de encrucijada tras acabar mi primera etapa en el Athletic”, declaró para este periódico.
De nuevo libre de contrato y producto de su buen hacer, regresó al Athletic, donde permaneció dos temporadas, en las que disputó 60 partidos, antes de salir cedido al Deportivo en la 2017-18. De retorno a Bilbao tras extinguirse el préstamo, Bóveda disputó sus últimos 8 partidos como la camiseta rojiblanca para elevar el total hasta los 71. Solo un curso después, el defensa durangarra rescindió su contrato con Ibaigane y volvió al conjunto gallego, donde estuvo enrolado entre 2018 y 2021. El exjugador del Athletic Peru Nolaskoian llegó a destacar de él mientras coincidían en el vestuario de Riazor: “Es el más inteligente del vestuario”. Bóveda se ganó incluso el brazalete de capitán.
Una vez finalizada su etapa en el equipo gallego protagonizó una última aventura, en el Olympiakos Nikosia, donde tras el curso 2021-22 colgó las botas. En una entrevista concedida a DEIA en julio de 2022, Bóveda admitió que “mi sueño es ser entrenador y trataré de hacer todo lo que esté en mis manos para ver hasta dónde puedo llegar como técnico”. Si bien, admitió entonces que no tenía decidido si entrenaría a algún equipo en ese primer curso como exfutbolista. “No lo tengo decidido. Estoy ubicándome, hablando con unos y otros, escuchando qué quieren de mí, dónde puedo aportar y qué puede ser bueno para empezar mi camino”, manifestó.
Tras colgar las botas, nuevo regreso al Athletic
Apenas un mes más tarde se incorporó a Lezama, coincidiendo con el retorno de Ernesto Valverde, el valedor de su regreso al Athletic en 2015, año en el que Bóveda levantó su único título como jugador, la Supercopa. Bóveda se sumó al proyecto de Uriarte. Fue incorporado al departamento de desarrollo deportivo y cesiones que en su día lideró Mikel González. Además ha ejercido de ojeador de fútbol profesional y sub’23.
Bóveda compaginó su trayectoria futbolística con los estudios de Ingeniería Superior de Telecomunicaciones, a lo que más adelante sumó el graduado de Técnico Deportivo Superior en Fútbol. Aquel chico que en sus inicios en el profesionalismo era considerado por sus formadores como serio, inteligente, formal y buen estudiante coge ahora las riendas de la factoría de Lezama para diseñar el futuro del Athletic en una apuesta que se entiende continuista, pero que por de pronto tendrá un vínculo de una temporada y un futuro que se antoja condicionado por las nuevas elecciones presidenciales. Tal y como ha informado el club, Bóveda se pronunciará sobre su nuevo cargo en las próximas fechas, cuando “ofrecerá las líneas maestras de su proyecto de cantera”.