El colista pesca un punto en Lezama

Nuevo empate del Bilbao Athletic frente al inesperado colista Barça Atlètic, que aprovechó la expulsión de Duñabeitia en la primera media hora para reaccionar en el marcador y finalmente consiguió llevarse un punto tras una segunda parte loca. Dos conjuntos con diferentes dinámicas que ofrecieron un buen espectáculo en un choque desatado y con ritmo, con pocas ataduras defensivas que dejaron entrever errores en ambas zagas.

El filial catalán va cuesta abajo y sin frenos en la clasificación y sigue sin lograr ganar en esta segunda vuelta. Once jornadas sin conocer la victoria de un plantel que llegó a Lezama mermado por las lesiones y con muchas bajas por las convocatorias de las selecciones españolas sub’19 y sub’17. En los rojiblancos, Johaneko no jugó por sanción y Oyono también por los compromisos internacionales.

En el primer minuto de juego Eneko Aguilar puso un centro desde la izquierda comprometido para Astralaga. El Barça buscaba aplacar los ánimos de unos cachorros que habían salido con un buen ritmo, intentando llevarse por delante a su rival. Olabarrieta aprovechó el error del central Mbacke para lanzar un balón en rosca que salió rozando el poste. Los de la ciudad condal eran incapaces de salir de su terreno. Desde la frontal, Varela remató contra la defensa visitante en un córner. Al cuarto de hora, una falta ensayada de los locales la cabeceó Duñabeitia e Ibai Sanz también con la testa hizo el primer gol. Los catalanes estaban como flanes en defensa y al Bilbao Athletic le costaba muy poco recuperar el esférico.

Los de Jokin Aranbarri dominaban el choque de filiales. Pero una mala entrega rojiblanca dejó el balón a Cedric, que se plantó solo y Duñabeitia le derribó sobre la raya, pero como último defensor. Falta y expulsión. El escenario cambió por completo con esta jugada y Gerenabarrena tuvo que retrasar su posición hasta un inusual lateral derecho. El Barça empezó a combinar en superioridad y Rubén López con su zurda desde el balcón del área alojó el balón en la red, logrando el empate. El partido era un tío vivo de emociones.

En la segunda parte, el encuentro tomó un ritmo vertiginoso, con idas y vueltas a las áreas. Era una ruleta rusa. Peio Canales culminó una jugada coral del conjunto bilbaino para subir el segundo tanto al marcador. Pero un nuevo error en la entrega en defensa de Jon de Luis regaló un nuevo balón a Cedric, que picó la pelota ante la salida de Santos, consiguiendo una nueva igualada.

El partido estaba loco y era un auténtico correcalles. Después, el portero bilbaino sacó una mano de oro para evitar el tercer tanto visitante. Otra vez apareció Santos para neutralizar la ocasión de Virgili y el remate en propia puerta de Izagirre.