LaLiga vuelve a San Mamés casi dos meses después con un partido más complicado de lo que el propio cartel del encuentro puede invitar a pensar. No tiene el pedigrí de otros rivales el Leganés de Borja Jiménez, un equipo recién ascendido a Primera División y que cumple su quinta temporada en la élite, pero su genética competitiva y la capacidad para crecerse en contextos adversos le convierten en un adversario a tener muy en cuenta. Ya pagó el Athletic el pasado miércoles su falta de activación en la visita continental al Besiktas, que castigó duro la pasividad de un equipo que no puso toda la carne en el asador en su comparecencia en la capital turca.

Deberá hacerlo esta tarde a partir de las 18.30 horas el conjunto rojiblanco si quiere alargar su extraordinaria racha de partidos consecutivos en el campeonato de la regularidad sin morder el polvo. Once jornadas enlazan los bilbainos sin perder con un balance de siete victorias y cuatro empates, lo cual no supone garantía alguna ante un Leganés que viene de vencer en Butarque a un Atlético que presumía de quince triunfos seguidos. Perdieron el liderato los colchoneros en su visita a un equipo que ganó también al Barcelona a domicilio en diciembre y que se dejará la piel en San Mamés en busca de otra victoria de postín que le permita alejarse de los puestos de descenso. En manos del Athletic está encarar también el choque con una energía que brilló por su ausencia cuatro días atrás en Turquía y que se antoja necesario recuperar para no flojear en la defensa de la cuarta plaza en la clasificación.

Derrotados a manos de Osasuna en Copa en la última aparición en La Catedral, los de Valverde, igualados a puntos con el Barcelona, tercero en la tabla, andan en la búsqueda de su mejor versión en un 2025 que no ha comenzado de la mejor manera. Tres derrotas, un empate y una victoria ha cosechado el Athletic en la puesta de largo de un año en el que, eso sí, viene de superar al Celta a domicilio en el último compromiso liguero. Pese a no dar la talla en los últimos encuentros disputados en Copa, Supercopa y Europa League, en liga sí dieron el do de pecho en Balaídos los rojiblancos, que exhibieron frente al conjunto gallego una solvencia ofensiva y defensiva que no ha existido en el resto de envites del nuevo año. Se espera esta tarde en San Mamés que el equipo levante el vuelo y haga valer su jerarquía como local para no dejarse sorprender por un rival al que derrotó 0-2 en la octava jornada, si bien los de Borja Jiménez han crecido considerablemente como equipo desde entonces.

LA VUELTA DE SANCET

Al contrario de lo ocurrido en Estambul, esta vez no habrá experimentos en defensa ni grandes rotaciones en la alineación de Valverde, que recupera para la causa a Oihan Sancet tras dejar atrás sus problemas en el tobillo derecho. Especialmente relevante se presenta el regreso a la convocatoria del navarro, ausente en los cinco primeros compromisos del año. No cabe achacar únicamente a la baja del mediapunta el bajón que ha experimentado el rendimiento del equipo en las últimas semanas de competición, pero su disponibilidad debe entenderse como una fantástica noticia para Valverde, que puede contar de nuevo con un futbolista diferencial y que se mantiene como el máximo goleador rojiblanco en liga con siete dianas.

Decisión del técnico será cuántos minutos conceder a Sancet en un partido en el que de medio campo hacia atrás solo se espera que repita de inicio Yuri Berchiche respecto a la debacle en Estambul. Prados y Jauregizar apuntan a formar doble pivote y en ataque vuelve a la alineación Iñaki Williams, goleador en la primera vuelta en Butarque.