Kylian Mbappé no guardará buen recuerdo de su primera vez en San Mamés. Fue una noche de pesadilla para el astro francés, neutralizado en un partido en el que ni de penalti pudo marcar. Le detuvo la pena máxima en el minuto 68 un agigantado Julen Agirrezabala, titular por segunda jornada de liga consecutiva con Unai Simón en el banquillo. Celebró con el puño en alto desde el banco de suplentes el murgiarra el penalti detenido por el donostiarra, quien se convirtió en un auténtico tormento para Mbappé, que aterrizó en ‘La Catedral’ tras firmar diez goles y dos asistencias en los diecinueve partidos disputados previamente con el Real Madrid. 

Prácticamente desapercibido en el juego, el galo se vio engullido por la asfixiante presión sin balón del conjunto rojiblanco en un primer acto en el que apenas hubo noticias de él. A pesar de moverse por todo el frente del ataque blanco, fue en banda izquierda donde más tiempo pasó bajo la estrecha vigilancia de un solvente Gorosabel, quien ganó la partida al galo recurrentemente con continuas ayudas de Vivian y Jauregizar, los dos leones más cercanos a la parcela del campo predilecta del francés. Cierto es que el Mbappé vio portería en el minuto 12, pero en posición antirreglamentaria. Hubo suspense, no obstante, pues Figueroa Vázquez desde la sala VOR requirió la presencia del colegiado Sánchez Martínez ante el monitor. 

Fue la única vez que el galo superó al guardameta rojiblanco, quien le amargó la noche tras la reanudación con la colaboración de un imperial Vivian. Dos inmejorables ocasiones tuvo el ‘9’ del Real Madrid para marcar y en ambas se topó con el donostiarra, que le negó el gol en primera instancia en un remate sin oposición desde el corazón del área. Se durmió Gorosabel en su único despiste en todo el encuentro, le ganó la espalda Rodrygo y desaprovechó Mbappé el pase atrás del brasileño con un disparo flojo a las manos de Agirrezabala, que agigantó aún más su figura ante el francés tras el penalti cometido sobre Rüdiger en una mala salida en una falta. 

Asumió la responsabilidad Mbappé tras fallar desde los once metros en la visita al Liverpool el pasado 27 de noviembre y volvió a ganarle la partida el cancerbero guipuzcoano, quien le adivinó las intenciones para resarcirse del error previo y hacer estallar de júbilo a San Mamés. Lo mismo sucedió pocos minutos después, pues tras no acertar en el despeje a otro disparo de Mbappé que embocó Bellingham en el rechace, volvió a resarcirse con otra parada salvadora en un mano a mano con Rodrygo que evitó el 1-2. En una noche con más luces que sombras para Agirrezabala, todo fue penumbra para Mbappé.

“JULEN, JULEN”

Ovacionado por la parroquia rojiblanca, el portero rojiblanco tomó la palabra al término del encuentro. Agradecido por el apoyo de San Mamés, Agirrezabala señaló respecto al penalti que “hoy en día lo estudiamos todo mucho, Mbappé falló el anterior penalti, creía que iba a repetir el lado y por suerte así ha sido, así que la jugada desafortunada por mi parte no ha acabado en gol”. “Hasta la misma tarde del partido no sabía si iba a jugar y tener ese punto de incertidumbre es positivo para no relajarnos en los entrenamientos y lo llevo bien, con naturalidad. A pesar de haber disputado pocos minutos las temporadas anteriores, todos han sido muy importantes y he sentido la confianza del míster, del grupo y del club, por lo que estoy muy agradecido y poder vivir estas noches aportando al grupo me hace sentir muy contento”, finalizó Agirrezabala.