Según se acerca el regreso de la competición, en el caso del Athletic fijado en horario infumable este sábado frente al Espanyol en San Mamés, el estado físico de los futbolistas acapara la atención informativa. Nico Williams, Sancet, Yeray, Vesga y Padilla son quienes protagonizan esa carrera por ver sus nombres en la convocatoria de Ernesto Valverde. Todavía quedan días por delante para que las incógnitas se vayan despejando. Por el momento no han trascendido datos que permitan asegurar la participación de los citados. El deseo de recuperar lesionados viene mediatizado por la conveniencia de minimizar el riesgo de posibles recaídas con un calendario que vuelve a encadenar compromisos a un ritmo frenético.
Las dudas mencionadas afectan a la defensa, el centro del campo y la delantera, pero el entrenador cuenta con bazas suficientes para diseñar una alineación parecida a tantas de las que ha escogido hasta la fecha. Desde luego, poca incertidumbre cabe si se trata de designar la pareja de centrales: Dani Vivian, que ha estado concentrado con España, y Unai Nuñez monopolizan los boletos. La baja por sanción que debe cumplir Aitor Paredes aclara bastante el panorama, mientras que las posibilidades de Yeray se antojan escasas.
La fórmula Vivian-Nuñez únicamente ha sido utilizada en un encuentro. Fue en la séptima jornada liguera en el campo del Leganés, donde el Athletic se quedó con los tres puntos gracias a los goles del propio Vivian y de Iñaki Williams. Valverde pudo haber repetido el dúo que ha actuado con mayor frecuencia, hasta en cinco oportunidades, pero prefirió conceder la primera titularidad a Nuñez en detrimento de Paredes, que permaneció sentado en el banquillo. La novedad se interpretó como una de tantas variaciones que han ido salpicando prácticamente cada compromiso con la intención de dosificar esfuerzos.
En esta oportunidad, la presencia de Nuñez respondería a la necesidad. Paredes se autoexcluyó para recibir al Espanyol al provocar que le fuese mostrada una segunda tarjeta amarilla en Montilivi. Una reacción incontrolada, segundos después de recibir la primera por cometer penalti, le mandó a la caseta antes de tiempo. A esto se añade el hecho de que Yeray no juega desde el 31 de agosto, detalle que sobre el papel le descartaría para reaparecer en el once de salida.
Al margen de que se desconoce si contará con el alta médica para el sábado, ahora se cumple un mes desde que el Athletic comunicara que Yeray era víctima de un contratiempo muscular, que entonces fue catalogado como leve. Esto tuvo lugar el 11 de septiembre y, al parecer, aún no ha concluido el período de rehabilitación, pese que los pocos indicios que se manejan apunten a que el final de dicha fase está muy próximo.
Más allá de valoraciones médicas, los problemas de diversa índole que han impedido a Yeray gozar de cierta continuidad en las últimas campañas, invitan a extremar la prudencia. Ello no sería óbice para que tuviese unos minutos en la segunda mitad, a fin de ir cogiendo sensaciones que solo concede la competición. Pero la titularidad son palabras mayores, máxime habiendo dos compañeros de posición en plenitud de condiciones.
El mensaje
La situación descrita viene al pelo para recordar el mensaje que Valverde lanzó antes del verano. Entonces, aparte de congratularse por el rendimiento de Vivian y Paredes, primero y segundo en el ránking de minutos de la plantilla, advirtió del enorme peligro que entrañaba encarar el curso con tres centrales nada más. Si los dos citados rondaron los 3.500 minutos, Yeray apenas rebasó el millar por culpa de las lesiones. Los números no logran ocultar el esfuerzo extra realizado por estos hombres para paliar una planificación deficiente. Tuvieron que forzar su físico, a menudo saltaron al verde con molestias, e hicieron gala de una concentración exquisita para evitar amonestaciones.
Por fortuna, los responsables recogieron el guante del entrenador. Era una cuestión urgente, sobre todo a raíz de que en la pretemporada quedase demostrado que, a efectos prácticos, para Valverde solo había tres centrales en nómina. Estimó que Unai Egiluz, procedente del filial y hoy cedido en el Mirandés, no estaba preparado para entrar en la rueda y convertirse en el cuarto central.
Con LaLiga en marcha, pues ya se habían disputado tres jornadas, el Athletic anunció que Nuñez engrosaba el grupo. Llegó a préstamo hasta junio de 2025 y estuvo esperando su turno en los cruces con Atlético de Madrid y Las Palmas. Se estrenó con 90 minutos en Butarque y repitió contra el Sevilla. En medio, intervino en el tramo final del choque con la Roma, donde sirvió el balón que Paredes convirtió en el definitivo empate a uno.
Lo indiscutible es que un puñado de partidos ha servido para confirmar que la reclamación del técnico era de sentido común e inaplazable. Gestionar el calendario habitual del Athletic con tres centrales constituye una temeridad, así que mejor no imaginar lo que podría ocurrir con la agenda de esta temporada. Una lesión o una expulsión, ya obliga a tirar de más recursos. Si encima se produce la coincidencia de ambas circunstancias, no hay más que hablar.
En los once encuentros celebrados, Valverde ha empleado hasta cinco combinaciones de centrales y el comportamiento de la zaga no se ha resentido en absoluto. Los cuatro están dando la talla y ofrecen la ventaja de que congenian con naturalidad. Vivian ya ha jugado con los otros tres, al igual que Paredes. Quedaría por probar a Yeray y Nuñez juntos, opción que perfectamente podría darse en el futuro.
Los centrales
Dani Vivian: Es el central del Athletic que más partidos ha disputado, un total de 10 de los 11 posibles. En todos ellos ha intervenido como titular. Además, ha logrado anotar un gol.
Aitor Paredes: Es el segundo central con mayor participación del equipo. Ha tomado parte en 7 encuentros, y en todos saliendo de inicio. Se perdió dos citas por lesión. Ha logrado marcar dos goles.
Yeray Álvarez: Disputó los cuatro primeros compromisos de la temporada, pero las lesiones le han mantenido apartado durante los siete últimos partidos del equipo.
Unai Nuñez: Ha participado en tres encuentros, dos de ellos ejerciendo como titular.