El Barcelona continúa trabajando contrarreloj para definir su plantilla antes del cierre del mercado de fichajes. La actividad no cesa en las oficinas del club blaugrana para que el técnico alemán Hansi Flick pueda disponer del mejor bloque posible para afrontar una temporada que da vuelo este fin de semana a la segunda jornada de liga. Después de arrancar la competición con victoria por 1-2 en Mestalla, al Barcelona le toca recibir este viernes al Athletic en un encuentro en el que la disponibilidad o no de Dani Olmo ha centrado la atención en los últimos días. 

Incapaz de inscribir al flamante campeón de la Eurocopa de cara al estreno liguero, cita que el exjugador del RB Leipzig tuvo que ver a través de la televisión, la entidad catalana ha acelerado las transacciones durante la semana en curso con el objetivo de que el fichaje estrella del club pudiera ser de la partida ante el equipo de Ernesto Valverde. Tras perfilar el jueves el traspaso del joven central senegalés Mika Faye al Rennes por 12 millones de euros, este viernes se ha oficializado la vuelta del centrocampista Ilkay Gundogan al Manchester City, con cuya salida solo un año después de su llegada a can Barça el club blaugrana consigue ahorrarse su elevada ficha. 

El futbolista alemán de ascendencia turca, fruto de la imponente crisis financiera que padece el Barcelona, accedió a echarse a un lado perdonando los dos años de contrato que tenía como culé para cerrar su regreso a la Premier League y ayudar de paso a la inscripción de Dani Olmo, así como a la realización de algún fichaje de última hora. La realidad, sin embargo, es que el club presidido por Joan Laporta sigue excediendo en su límite salarial y sin posibilidad, por tanto, de inscribir nuevos futbolistas. 

En relación a Dani Olmo, cuya incorporación procedente del RB Leipzig se concretó por 55 millones de euros, Flick ha asegurado este viernes en su rueda de prensa previa al partido contra el Athletic que "no es mi trabajo inscribir a los jugadores, pero está para jugar y espero que esté con el equipo para que nos pueda ayudar. Sería muy positivo, porque es un jugador fantástico que marca la diferencia bajo presión y delante de la portería". Fichado el pasado 9 de agosto después del frustrado intento de Laporta de reclutar a Nico Williams, Dani Olmo espera el momento de entrar en acción tras formarse en las categorías inferiores del Barcelona entre 2007 y 2014, cuando decidió hacer las maletas rumbo al Dinamo de Zagreb. 

En febrero de 2015, con solo 16 años de edad, el de Terrassa debutó en la máxima categoría del fútbol croata, desde donde volvió a partir en enero de 2020 para comprometerse con el RB Leipzig, equipo con el que firmó una tarjeta de 29 goles y 34 asistencias en los 148 partidos disputados antes de regresar este verano al Barcelona. Internacional absoluto desde 2019, la posición de media punta asoma como la preferida de un futbolista acostumbrado a ocupar también la banda izquierda, demarcación en la que Nico Williams le arrebató la titularidad en la reciente Eurocopa. 

FLICK SOBRE WILLIAMS

Por el extremo del Athletic ha sido cuestionado también en su comparecencia ante los medios de comunicación Flick, quien no ha querido profundizar en la figura del rojiblanco tras el culebrón veraniego. “No es mi trabajo hablar de un jugador del equipo contrario", ha regateado de entrada el preparador alemán, quien ha remarcado eso sí que “tenemos un jugador muy experto para controlarlo como Jules Koundé”. 

En el internacional francés, con quien Nico ya se vio las caras en la semifinal de la Eurocopa que sacó adelante España contra Francia, confía así las cosas Flick para neutralizar al ‘10’ del Athletic, un equipo que “corre muchos kilómetros, físicamente es muy fuerte y cuenta con un gran entrenador”. No quiso salirse del guion establecido el técnico teutón, que se enfrenta por primera vez al Athletic y a Ernesto Valverde en un encuentro que el Barcelona encara con un ojo puesto en el terreno de juego y otro en el mercado, donde sigue moviéndose a la desesperada para cerrar una plantilla pendiente de inscripciones y movimientos de última hora.