La casualidad existe, pero también la causalidad. Al primer término cabe achacar que en la jornada inaugural de liga, en la apertura de una temporada que se presenta cargada de partidos con hasta 48 compromisos oficiales asegurados entre liga, Copa, Supercopa y Europa League, Aitor Paredes sufriera una lesión muscular en el sóleo de su pierna derecha. La causalidad, sin embargo, atañe al hecho de que con solo tres centrales específicos en la plantilla por segunda temporada consecutiva, a la espera de lo que depare el mercado en las dos últimas semanas habilitadas para realizar operaciones, Ernesto Valverde vuelva a verse a día de hoy en la delicada tesitura de tener solo dos hombres disponibles para emplearse con garantías en el centro de la defensa.
Lo ocurrido el pasado curso, saldado de manera brillante con el título de Copa y un meritorio quinto puesto en liga, pero con Yeray fuera de circulación de manera recurrente dejando a Vivian y Paredes como únicos centrales a disposición durante gran parte de la temporada, fue un aviso al que puso voz el propio Valverde en el último mes de competición. “Hemos tenido la suerte de habernos sostenido muchas veces solo con dos centrales. Hemos jugado con fuego y nos ha salido bien, pero normalmente no sale así”, lanzó el técnico el pasado 2 de mayo en Lezama, donde apuntó que “el club tiene que valorar el fichar un central para el año que viene”.
Este miércoles, en la previa del debut liguero ante el Getafe, Valverde hizo referencia a que “el mercado está abierto hasta el día 30 para que nosotros y el resto de equipos intenten mejorar sus plantillas”. Mikel González, director de fútbol del Athletic, subrayó un día después en los prolegómenos del primer encuentro del curso ante el cuadro azulón que “hasta el 30 de agosto tenemos esa ventana abierta. No tenemos grandísimas opciones en cuanto a número de jugadores, pero vamos a apurar las opciones hasta el final”. Los focos apuntan a Aymeric Laporte, con contrato en el Al-Nassr hasta 2026 después de que el club de Arabia Saudí abonara 27,5 millones de euros al Manchester City en el verano de 2023, pero la operación, con el Real Madrid también de por medio, no se presenta sencilla.
En caso de echar un vistazo al número de partidos que se perdieron la pasada campaña entre Yeray, Vivian y Paredes, estos no hacen sino remarcar la necesidad de reforzar la parcela de aquí al 30 de agosto. Los problemas físicos, no en vano, condicionaron al máximo la actividad de Yeray, quien se perdió un total de 20 compromisos oficiales, 16 de ellos en liga y 4 en Copa, causando baja en todos menos en uno por lesión, pues el restante fue por su expulsión en la visita al Getafe en la jornada 34.
Fuera de combate en las custro primeras citas ligueras por un problema en el aductor, el de Barakaldo volvió a caer lesionado el 6 de octubre en el aductor derecho ante el Almería en San Mamés viéndose obligado a pasar por el quirófano. Permaneció tres meses de baja Yeray, que el 31 de marzo sufrió otro problema muscular en el minuto 25 de la visita al Real Madrid que le impidió jugar el siguiente partido de liga, así como la final de Copa ante el Mallorca. La mencionada expulsión en El Coliseum el 3 de mayo, solo un día después de que Valverde lamentara en Lezama la falta de efectivos en el centro de la zaga, le hizo perderse un último encuentro que también se perdió Paredes al compartir expulsión con Yeray en la visita al Getafe.
Dos salvavidas
Paredes, que tuvo que hacer de tripas corazón para no echar el freno pese a los problemas de espalda que sufrió durante una parte de la temporada, en la que jugó sin apenas poder entrenar en Lezama, se convirtió junto con Vivian en un salvavidas para Valverde al causar baja en solos dos partidos de liga, ambos por sanción. Ausente por lumbalgia en el estreno copero ante el Rubí, el defensa de Arrigorriaga no se perdió ninguna cita liguera hasta la vigésimo novena jornada, cuando no pudo jugar contra el Alavés en San Mamés por acumulación de amonestaciones tras disputar la friolera de 15 fechas consecutivas al borde de la suspensión con cuatro amarillas.
Vivian, por su parte, únicamente causó baja en tres partidos del campeonato de la regularidad, dos por lesión y uno por sanción, estando apto en todos los encuentros que afrontó el Athletic hasta el pasado mes de febrero. La milagrosa disposición del propio Vivian y Paredes permitió así las cosas sobrevivir al Athletic con solo tres centrales específicos en el plantel. Con la actual lesión de Paredes, la falta de actividad de Vivian en pretemporada y los recientes antecedentes físicos de Yeray, a quien Valverde ya tuvo que proteger de unas leves molestias dejándole fuera de la convocatoria de cara al último amistoso estival ante el Stuttgart, el peligro de jugar otra vez con fuego vuelve a asomar.