La portería del Athletic atraviesa una situación fuera de lo normal que evoca un episodio vivido seis años atrás. Al igual que entonces hay cuatro hombres implicados, con la particularidad de que Unai Simón aparece como protagonista en ambas historias. En el mes de agosto de 2018, el actual titular tuvo que debutar en la primera jornada de liga de forma absolutamente inesperada ante la indisponibilidad de Kepa Arrizabalaga, Iago Herrerín y Álex Remiro, descartados por diferentes motivos. Ahora, la circunstancia se puede repetir con Álex Padilla, en principio encuadrado en el Bilbao Athletic, accediendo de un salto al primer lugar del escalafón debido a las lesiones de Simón y de Julen Agirrezabala.
La reciente operación en la muñeca derecha a que se ha sometido Simón, según relató él mismo, va a conllevar un proceso de recuperación no inferior a los cuatro meses. Ello significa que su regreso tendrá lugar cerca de Navidad, mediada la campaña. La ausencia, que ya se presumía dilatada, iba a ser cubierta por Agirrezabala, con lo que el inconveniente de no contar con el número uno quedaba atenuado. Pero el guipuzcoano ingresó en la enfermería hace semana y media con tres fracturas en la zona lumbar. Desde el club relativizaron la gravedad del incidente, si bien no sería extraño que su baja se prolongue hasta muy avanzado septiembre.
Con este panorama, todo apunta a que Padilla será el designado para colocarse entre los tres palos en una serie de compromisos oficiales. Como mínimo le corresponderán las cuatro jornadas de liga previas al primer parón del calendario. De ahí en adelante, ya se irá viendo, pero quizás Agirrezabala necesite un margen mayor para competir con garantías. Por lo tanto, mientras Padilla asume la responsabilidad, en el banquillo se ubicará Oier Gastesi, el teórico suplente del filial. Los dos participan en la pretemporada de Valverde desde el inicio, pues de antemano no se contaba con Simón y en verano son siempre tres los porteros que intervienen en las sesiones de preparación. De hecho, Padilla ya estuvo doce meses atrás trabajando con la primera plantilla.
En los amistosos celebrados, Padilla y Gastesi se han repartido los minutos. De manera equitativa ante el Burgos, mientras que contra el Racing de Santander el cambio se registró muy avanzado el choque, Gastesi se incorporó en el 76. Es probable que esta tendencia se acentúe hoy, con ocasión de la visita al Sporting de Portugal. Al fin y al cabo, hay oportunidades de sobra para que los dos actúen antes del arranque del torneo de la regularidad, pero Padilla se perfila como el elegido y agradecerá disponer de más tiempo para conjuntarse con la defensa y adquirir confianza en un nivel que desconoce. En este sentido, la cita de Lisboa implica un reto por la entidad del adversario, campeón de liga.
Retomando el antecedente de 2018, Simón fue repescado de urgencia del Elche, donde había sido cedido. Arrizabalaga era el dueño de la portería, pero su salida estaba al caer y, en efecto, hizo las maletas en agosto. El día 8 en concreto se oficializó la compra por parte del Chelsea, que abonó 80 millones de euros. La cifra que figuraba en su cláusula.
En condiciones normales, Remiro le hubiese tomado el testigo, pero su rotunda negativa a ampliar contrato provocó que la directiva le relegase a la grada. Tenía apalabrado su pase a la Real Sociedad con la carta de libertad, operación que se materializó más adelante. La tercera baza era Iago Herrerín, quien tuvo la desgracia de lesionarse. Este cúmulo de contratiempos precipitó el debut de Simón, que enlazó siete partidos a las órdenes de Eduardo Berizzo. Una vez recuperado Herrerín, el argentino adoptó la decisión de apostar por el veterano, criterio que refrendaría Gaizka Garitano cuando, a partir de diciembre, accedió al banquillo. Fue en la siguiente campaña, 2019-20, cuando Simón se instaló definitivamente en las alineaciones del Athletic.