Llega el Athletic a la última estación de la temporada con los objetivos cubiertos y un único aspecto pendiente de resolución que compete a título personal a Unai Simón, el Trofeo Zamora. Premio que, por extensión, equivale al reconocimiento del trabajo defensivo realizado por el equipo a lo largo del campeonato liguero. En ello se concentra el interés de la visita a un Rayo Vallecano al que, por cierto, tampoco le queda cuenta pendiente alguna que saldar tras haber certificado, no sin apurillos, su continuidad en la categoría.

Definido el aliciente del partido, lógicamente el foco estará puesto sobre el área rojiblanca mientras la portería esté ocupada por Simón. Eso será al menos hasta que el cronómetro diga que ya se ha consumido la primera hora de juego, requisito indispensable a fin de que la cita le compute para opositar al prestigioso galardón al que asimismo optan Ter Stegen y Remiro. De permanecer imbatido en ese preciso instante, tiene toda la pinta de que, al igual que sucediera en el reciente desplazamiento a Balaídos, Agirrezabala ingresará en el campo para garantizar el éxito de su compañero.

Simón tomaría el testigo de José Ángel Iribar, portero menos goleado de la categoría en la 1969-70, a las pocas horas de haber estampado su firma en el contrato que le vincula al Athletic hasta 2029.

En su intento por otorgar la máxima seriedad al pulso con el conjunto dirigido por Iñigo Pérez, Ernesto Valverde recordó que, por encima del nulo valor de los puntos en el plano clasificatorio, el Athletic siempre quiere la victoria. Y advirtió que esta vez no será una excepción. Eso sí, agregó que no encajar gol significa añadir algún punto a su casillero. Un razonamiento de Perogrullo para no reconocer abiertamente cuál es la auténtica prioridad del viaje a Madrid.

En realidad, pese a que lo parezca, no todo empieza y termina en Simón. Nunca mejor dicho lo de terminar, puesto que es de imaginar que la cita de esta tarde permitirá a Dani García poner el punto final a sus seis años de estancia en el club desde el verde. El anuncio oficial de su adiós se produjo a principios de semana y el centrocampista no pudo despedirse de la afición en San Mamés el pasado fin de semana, pese a que hay indicios que apuntan a que su decisión de cambiar de aires estaba tomada con bastante antelación. Lamentar la falta de coordinación en medio de un período plagado de homenajes, a los que se quedan y a los que se van.

El Athletic acude a Vallecas con diversas bajas. A las ya conocidas de Guruzeta y Sancet se suman las de Muniain e Iñaki Williams. Una circunstancia que abre las puertas de la alineación a los Berenguer, Villalibre, Unai o Adu Ares, novedad este en la lista, como el lateral del filial Hugo Rincón. Los nombrados son junto a Jauregizar y Olabarrieta, que se estrenó frente al Sevilla, los futbolistas llamados a ocupar las posiciones más avanzadas, sin olvidar claro a Nico Williams, que aparece como solitario representante de la delantera tipo de Valverde.

No obstante, el singular contexto que rodea el compromiso, pudiera influir para que tengan cabida en la formación, en el resto de las líneas, hombres menos utilizados hasta la fecha. Por ejemplo, el apuntado Dani García, quien apenas acumula 700 minutos y seis titularidades. O Yeray, Imanol, Herrera, Vesga... En cualquier caso, los cinco cambios reglamentarios dan margen de sobra para repartir protagonismo.

El once pudiera no diferir del siguiente: Simón; Lekue, Yeray, Paredes, Yuri; Galarreta, Dani García; Adu Ares, Unai, Berenguer; Villalibre. Una elección tan viable como tantas más gracias al formidable balance del equipo en el campeonato. Ventajas de la puntualidad con la que el Athletic ha cumplido el trabajo propuesto, que contrasta con los sofocos vividos en la recta final de los últimos ejercicios.