Había muchas ganas entre los seguidores rojiblancos de que Athletic Hiria abriera sus puertas, de tener por fin habilitado su lugar en Sevilla; por eso en cuanto se inauguró el recinto lo primero que hicieron fue acercarse a la barra de 170 metros para abastecerse. Los 25 grados que marca el termómetro obligan a hidratarse y, por ello, ni siquiera los precios han podido echar para atrás a las gargantas secas. 10 euros el katxi de cerveza, 12 el de kalimotxo, 15 el combinado grande y 17 el combinado mezclado con Monster han dejado atónitos a algunos presentes como Jon e Iñaki, llegados desde Amorebieta: “Esperábamos que los precios fueran altos porque saben que lo vamos a pagar. Hemos venido a pasarlo bien, a disfrutar del Athletic y eso lo saben”.

Para los bolsillos menos holgados también hay opciones de bebida, aunque en vaso más pequeño, eso sí. 4,50 euros la cerveza de 400 centilitros, 2,50 el vino y 5 el kalimotxo son las opciones más escogidas. Pero también se puede beber un txakoli por 2,5 o llevarte la botella entera por 15. Los combinados ascienden a 8 euros y para los más sanos el agua vale 2 y el refresco 3 euros.

Las food truck de comida también son un gran reclamo en Athletic Hiria. La más sencillita cuesta entre 8 y 10 euros, mientras que para los sibaritas o los paladares especializados los precios pueden subir hasta los 17. Y los bocadillos llevan la misma dinámica: una baguette de pollo o de lomo vale 7 euros, pero si ya se piden extras como bacon, huevo o carne de hamburguesa se pagarán hasta 12 euros.

Futbolín, penaltis, ruleta...

Pero no desesperen que también hay actividades gratuitas en Athletic Hiria. Aunque no conllevan ni comida, ni bebida. Así, nada más entrar al recinto hay un futbolín con el que pasar el rato con la cuadrilla y tener los primeros piques. También hay una ruleta de premio asegurado y un juego de tirar penaltis a una pantalla, por si los de Ernesto Valverde necesitan luego una ayudita. Zanpantzarrak y gaiteros en el recinto y un DJ sobre el escenario también amenizan la larga espera hasta las 22.00 horas, cuando el balón eche a rodar en La Cartuja y el fútbol se lleve toda la atención.