Una final de Copa siempre es especial y más si se afronta por primera vez y con la vitola de titular como es el caso de Julen Agirrezabala (Donostia, 26-XII-2000), quien tendrá el enorme privilegio y la gran responsabilidad de defender la portería del Athletic ante el Mallorca de Javier Aguirre en La Cartuja. Debutante en agosto de 2021, solo cuatro meses después de que el conjunto rojiblanco mordiera el polvo contra la Real Sociedad y el Barcelona en las finales del torneo del K.O. disputadas sin éxito en abril del mismo año en la capital andaluza, el donostiarra transmite una serenidad impropia de su edad y de su condición de suplente habitual en liga.

La Copa, territorio de Agirrezabala, se ha convertido en el hábitat natural de un portero que acostumbra a ofrecer su mejor versión cada vez que Ernesto Valverde le llama a filas, tal como sucederá mañana en un partido a todo o nada que encara con la calma que le caracteriza entre los tres palos. El guipuzcoano, que suma 32 partidos oficiales en sus tres temporadas como león, el último el pasado domingo en la siempre exigente visita liguera al Real Madrid a modo de test previo a la final de Copa, tiene claro que “para un portero es importante saber transmitir tranquilidad y seguridad al equipo. También necesitas ese punto de nerviosismo y tensión, de no relajación, y en ese sentido lo llevo bastante bien. Sigo trabajando en ello y todos estamos concentrados en lo que viene”.

Imbatido en cinco de sus siete apariciones en Copa hasta alcanzar la gran final, pues mantuvo la portería a cero frente a Cayón (0-3), Eibar (0-3), Alavés (2-0) y en los dos partidos de la semifinal contra el Atlético (0-1 y 3-0), el donostiarra posará bajo los palos en La Cartuja dejando una vez más a Unai Simón en el banquillo. “Si estoy en el once inicial, intentaré hacer todo lo que esté en mi mano para ayudar al equipo”, se limita a apuntar, a lo bajini, el joven cancerbero rojiblanco, que remarca que “a pesar de tener pocos minutos durante la temporada, me siento bien valorado por parte del club y tener una oportunidad como esta es de agradecer”.

“El camino hasta llegar a la final ha sido bonito y tengo mucha ilusión por poder ganar esta Copa”, lanza asimismo Agirrezabala, quien podría tener la oportunidad incluso de convertirse en el héroe de la final en caso de que el envite ante el Mallorca se decidiera de manera agónica en la tanda de penaltis. Cuestionado por dicha posibilidad y si le gustaría que así fuese, el meta guipuzcoano asegura que “en este tipo de partidos todos los porteros nos vemos haciendo un buen partido y siendo protagonistas. Desde que estoy en Primera División con el Athletic no me han tirado penaltis, pero me he preparado en los entrenamientos por si se da la circunstancia”.

LA RESPONSABILIDAD

“Lo importante en un partido así es disfrutarlo y con el apoyo de nuestra afición en las gradas podremos hacerlo bien. Seguro que será, además, una gran experiencia personal”, incide Agirrezabala, para quien conquistar el título “significaría muchísimo, al igual que para todos. Estamos muy agradecidos por el apoyo que recibimos cada semana y poder brindar un título a la afición sería muy bonito”. “El equipo ha hecho una Copa muy buena, en temporadas anteriores también se ha hecho un trabajo enorme clasificándonos para tres finales de Copa y responsabilidad sí sentimos, pero los futbolistas debemos saber convivir con ello y todo el equipo está preparado para esta final”, advierte el donostiarra.

Respecto al tipo de final que vislumbra mañana sábado en La Cartuja, el portero rojiblanco, consciente de la fortaleza física de un conjunto bermellón que peleará cada balón como si fuera el último y que se muestra especialmente poderoso en las disputas cuerpo a cuerpo, tanto a ras de césped como en el juego aéreo, tiene claro que “será un encuentro muy duro, pero sabemos el nivel que estamos dando tanto en liga como en Copa y que si mantenemos el mismo nivel que hemos dado durante todo el año tendremos muchas opciones de ganar el título en Sevilla”.