Adiós a los años dorados

Si el equipo conducido por Javier Clemente había tocado la gloria en 1983 al hacerse con el título liguero, al año siguiente completó el más difícil todavía al firmar su quinto y, hasta el momento, último doblete de su historia. El 29 de abril de 1984, el Athletic remataba su octavo título de Liga ante su afición, en San Mamés, con una victoria agónica sobre la Real. Los dos tantos de Liceranzu neutralizaban el anotado por el entonces txuri-urdin Uralde. Bizkaia entera se echó a la calle, pero había que reservarse para lo mejor. Seis días después, un gol de Endika noqueaba al Barça en una final copera marcada por los incidentes posteriores provocados por el mal perder de Maradona.

La Gabarra volvió a surcar la marea rojiblanca alzada en torno a la ría, en lo que fue el epitafio de una era dorada. Un año después, los leones cayeron en la final del 85 ante el Atlético y tardarían casi cinco lustros en volver a otra. La apertura del mercado internacional, producto de la Ley Bosman, pone aún más difíciles las cosas al Athletic. Con todo, tirando de perlas de Lezama como Julen Guerrero, en 1998, año del Centenario, se celebra a lo grande el subcampeonato de Liga y la clasificación para la Champions. Este período se cierra con el ilusionante nacimiento del equipo femenino, que se estrena ganando la primera de sus cinco Superligas.