En tiempos de dificultades económicas y de abastecimiento más allá de la cosecha propia, nada mejor que disponer de un salvavidas a modo de inagotable fuente de recursos en casa. Mirar hacia abajo y ver sistemáticamente opciones de subsistencia a sabiendas de que el producto a testar ofrece ciertas garantías por lo general, con sus inevitables excepciones, es un lujo al alcance de pocos clubes en el fútbol profesional. Uno de esos afortunados, por indudables méritos propios, es el Athletic. Por necesidad y convencimiento. Fidelidad a una manera de ser y de actuar que distingue a unos de otros y que se ve reflejada semana tras semana en los terrenos de juego, donde manda el balón mientras se descubren las cartas de cada uno.

Sin faroles avanza el club bilbaino. El comienzo de la temporada no ha hecho sino corroborarlo y poner de manifiesto la poderosa unión, intrínseca, entre el Athletic y su cadena de formación. “Crecimiento. Lezama. Made in Euskal Herria”, proclamó a los cuatro vientos el club días atrás a través de sus redes sociales proyectando una instantánea de Dani Vivian y Aitor Paredes compartiendo mirada hacia el horizonte. La alianza de ambos en el centro de la defensa como pareja de jóvenes valores surgida de las entrañas del club es solo una pequeñísima muestra del impacto de Lezama en los cuatro primeros compromisos ligueros en clave rojiblanca. El número de futbolistas de la casa alineados por Ernesto Valverde, que cuenta con 25 jugadores en la plantilla de los cuales 20 tienen genética Lezama, resulta abrumador. Sintomático y esclarecedor a partes iguales.

El Athletic, no en vano, ha afrontado dos de las cuatro jornadas con pleno de canteranos en la formación inicial y las otras dos con De Marcos como único titular sin antigua etiqueta de cachorro. El de Biasteri, titular ante Real Madrid y Osasuna en los dos primeros choques de la temporada, estuvo acompañado en dichos encuentros por diez hombres formados en la factoría rojiblanca. Contra el conjunto blanco, que se impuso 0-2 en San Mamés, la lista la completaron: Unai Simón, Dani Vivian, Aitor Paredes, Iñigo Lekue, Mikel Vesga, Ruiz de Galarreta, Nico Williams, Iker Muniain, Unai Gómez e Iñaki Williams.

Una semana después en El Sadar, donde De Marcos cayó lesionado, el séptimo jugador con más partidos en la historia del Athletic con un total de 501 y, además, con un encuentro disputado con el Bilbao Athletic a su llegada a Bilbao en 2009 procedente del Alavés, estuvo acompañado en el once inicial por los mismos compañeros a excepción de Lekue, Muniain y Unai Gómez. Imanol García de Albéniz, Oihan Sancet y Gorka Guruzeta ejercieron como novedades sin modificar el ecosistema. La huella de Lezama, inmensa, se hizo más visible todavía en los partidos frente al Betis en San Mamés y ante el Mallorca en Son Moix. En ambos envites optó Valverde por diseñar un bloque titular con experiencia en las categorías inferiores desde el primer hasta el último integrante.

No solo eso. El choque contra el Betis, resuelto con una brillante remontada (4-2), reportó otro dato digno de mención al que hizo referencia Adurizpedia en Twitter, pues 14 de los 16 jugadores que saltaron al césped pasaron por Lezama antes de debutar con el primer equipo y todos ellos entraron en el sistema de formación del Athletic, que incluye a los clubes convenidos, antes de los 16 años de edad. El rojiblanco con menos partidos en el Bilbao Athletic de los once que asomaron de inicio fue, para más inri, el capitán Iker Muniain, quien sumó 19 entre 2009 y 2010.

En la plantilla, al margen del mencionado De Marcos, solo figuran otros cuatro futbolistas sin ADN de Lezama: Dani García, Ander Herrera, Alex Berenguer y Raúl García. Todos, no obstante, se encuentran por encima del centenar de partidos disputados con el Athletic, que ha sido señalado recientemente por el CIES Football Observatory como el equipo más estable de las cinco grandes ligas en cuanto a la utilización de jugadores que llevan más tiempo en el equipo.

Porteros

En la liga, a nivel general, también se observa el impacto de Lezama, dado que son siete los porteros con pasado en las categorías inferiores del Athletic que han estado convocados por sus respectivos equipos en las primeras jornadas del campeonato. Se trata, además de Unai Simón y Julen Agirrezabala, de Alex Remiro (Real Sociedad), Kepa Arrizabalaga (Real Madrid), Aitor Fernández (Osasuna), Raúl Fernández (Granada) y Ander Astralaga (Barcelona), el único de los siete junto con Agirrezabala que no ha posado bajo palos, si bien ocupó plaza en el banquillo como suplente de Marc André Ter Stegen en las tres primeras jornadas de una competición en la que Lezama saca músculo.