La Conference League se juega en los despachos. Osasuna, con el Athletic expectante a la espera de acontecimientos, puede recibir este mismo miércoles la resolución de los inspectores de la UEFA tras el expediente abierto por el máximo organismo del fútbol europeo al conjunto rojillo por la sentencia del Tribunal Supremo que confirmó los amaños de la entidad de Iruñea en 2014. El equipo de Jagoba Arrasate se ganó merecidamente sobre el césped la plaza continental con su séptima plaza en LaLiga (los rojiblancos quedaron octavos), pero la reglamentación continental le podría dejar sin premio.

Un caso que puede cerrarse con el visto bueno de los integrantes del Comité de Control, Ética y Disciplina a las alegaciones de Osasuna, o que, si los inspectores, en su informe, fallan contra los intereses navarros puede derivar en un recurso (la entidad de El Sadar tendría seis días para ello) ante el Comité de Apelación. Este órgano independiente podría tomar una decisión a finales de mes o principios de julio. Osasuna, en el hipotético caso de que también recibiera el no, podría, en última instancia, personarse ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). El órgano internacional tomaría una decisión firme y vinculante antes del 7 de agosto, cuando se realizará el sorteo de la ronda de play-off para el acceso a la fase de grupos de la Conference League (la ida se celebra el día 24 de ese mismo mes y la vuelta, el 31). Hace unos días, el Órgano de Apelación de la UEFA desestimó la defensa presentada por el Isloch Minsk de Bielorrusia y privó al club de disputar la Conference League la próxima temporada por amaños de partidos en 2016.

La dirección de Osasuna y los servicios jurídicos del club mandaron la semana pasada su defensa a la UEFA, después de unos últimos días revisando la documentación pertinente, que consta de un documento de una decena de páginas, aproximadamente, además de una serie de archivos adjuntos relacionados con la propia argumentación.

La principal argumentación que ha sustentado el club rojillo en todo momento es que la entidad, “lejos de ser condenada”, ha sido acusación particular y ha perseguido por vía judicial a los responsables de los mencionados hechos, los cuales dañaron gravemente la reputación de la entidad. Osasuna remarca en la defensa remitida al máximo organismo del fútbol europeo que las personas condenadas por el Tribunal Supremo el pasado enero cesaron de sus funciones en 2014 y fueron dadas de baja como socios de la entidad en 2015. Además, el conjunto navarro ha tratado de recalcar el trabajo que ha ido realizando la nueva directiva, diferente a la que fue acusada por el caso Osasuna, para tratar de separar la realidad de la entidad de la actuación delictiva de los anteriores gestores en el caso de los amaños de la temporada 2013-14, en el que fue perjudicado, fue el exonerado por los tribunales y fue quien solicitó aquella investigación.

Las primas por ganar no son delito, pero sí lo son las primas por dejarse perder y el Supremo aseguró que Osasuna pagó al Betis por hacerlo en El Sadar en la temporada 2013-14. Así lo estableció la sentencia del caso Osasuna, en la que la Sala Penal del Tribunal Supremo condenó a penas que oscilan entre los 10 meses de prisión y los cinco 5 y 7 meses a los nueve acusados. El procesado que tuvo una rebaja mayor en su condena fue Vizcay, que pasó de 8 años y 8 meses de cárcel a 5 años y 6 meses de cárcel, una pena similar a la de Archanco (5 años), porque se le absolvió del delito de falsedad contable.

La parte de la sentencia referida a la corrupción deportiva es el más jugoso. El presidente, dos directivos y el gerente se pusieron de acuerdo con dos futbolistas del Betis, que tenían ascendencia en el vestuario, para pagarles 650.000 euros para que ganasen al Valladolid, y pierdan frente al club navarro, lo que produciría que el Valladolid no sumara y Osasuna consiga esos tres puntos ansiados, pero ni aun así logra mantener la categoría.