Peru Nolaskoain (Zumaia, 25-X-1998) habla alto y claro. No es de los que se andan con rodeos. “Lo único que pido es que sean sinceros conmigo, porque yo soy sincero con todo el mundo”, remarca a DEIA agradeciendo su sinceridad a Ernesto Valverde en el tramo final de la última pretemporada, cuando firmó su tercera salida a préstamo del Athletic para enrolarse en el Eibar, que recibe hoy al Andorra como líder destacado de LaLiga SmartBank, categoría en la que el guipuzcoano, a quien el fútbol enseñó su cara más amable cuando se estrenó como león con gol incluido el 20 de agosto de 2018, pero también su lado más amargo como consecuencia de la importante lesión que sufrió en su tobillo derecho durante su cesión al Deportivo en junio de 2020, brilla con luz propia. Lo hace, convertido en “otro jugador” respecto al que debutó con el Athletic, después de haber aprendido a “convivir” con el dolor y a las órdenes de Gaizka Garitano, quien paradójicamente no le dio bola en el Athletic.

El Eibar vuela en LaLiga SmartBank y usted es una pieza clave en el centro del campo. No le va nada mal.

La verdad es que no. Las cosas han cambiado respecto al principio de temporada y estoy muy contento a nivel personal y, sobre todo, colectivo, porque las cosas nos están saliendo bien. Más aún después de la remontada del otro día contra el Mirandés. Nos quedan diez finales y ante el Andorra empieza ya la guerra.

Por fin se ha asentado como mediocentro, su posición predilecta. 

Sí, me ha costado encontrar mi posición en el campo en el fútbol profesional y Gaizka (Garitano) me ha ayudado a ver en qué soy bueno y en qué no tan bueno. Estoy muy a gusto en la posición de 6 acompañando a otro pivote algo más ofensivo y creo que he encontrado ya mi sitio.

¿Le gustaría que se hablara de Nolaskoain solo como centrocampista definitivamente?

Sí, estaría bien.

¿Qué nota se pone a sí mismo esta temporada?

Un 7, porque ha tenido diferentes partes la temporada. Me costó mucho entrar en el equipo al estar hecho y venir muy rodado del año pasado. No empecé muy bien y tampoco me notaba demasiado bien. Ahora sí me noto muy bien. Por eso me pongo esa nota, porque al principio igual era un 5 y ahora un poco más de 7. 

El pasado curso Marcelino contaba con usted de cara a la segunda parte de la temporada, pero se fue cedido al Amorebieta. ¿Intentó convencerle para que se quedara?

Me dijo que si salía lo iba a entender perfectamente y si me quedaba y luchaba por el puesto, iba a estar encantado también. Yo intenté no engañarme a mí mismo, porque en esos momentos no estaba para jugar 19 partidos en Primera, pero sí pude jugar 17 en Segunda. Necesitaba acumular minutos y en vez de jugar en Primera un rato sí y tres no, miré por ese lado sin fijarme en la categoría. Creo que hice bien.

No lograron la permanencia en LaLiga SmartBank, pero es cierto que fue un fijo en las alineaciones. Volvió a sentirse futbolista.

Fue importante para mí y estoy muy agradecido por ello al Amorebieta. En Miranda estuve con Goiria y Mujika, lo hablamos y le tengo mucho cariño al club. Les sigo, están haciendo un gran año y será difícil subir otra vez, pero si lo consiguen seré el primero en felicitarles. Con ellos volví a sentirme futbolista y ese era mi objetivo personal para dar un paso un poco mayor este año y estar donde estoy ahora mismo en el Eibar, donde estoy encantado intentando alcanzar los objetivos que tenemos todos.

El tiempo pasa muy rápido. ¿Qué recuerdo guarda de su primera campaña como león (2018-19)? Debutó marcando contra el Leganés en San Mamés.

Empezó todo como un cuento de hadas, aunque después se torció todo con la lesión en el tobillo y demás. Realmente creo que ni me di cuenta de cómo comenzó todo. Tampoco de dónde estaba, de lo que estaba haciendo y a qué nivel estaba, porque al inicio de aquella temporada parecía que iba todo rodado, pero no todo es camino de rosas. Muchas veces parece desde fuera que los futbolistas lo tenemos todo hecho y es mentira. Hay momentos muy jodidos en los que tienes que apretar los dientes.

“Creo que el mérito que tengo este año es haber esperado, trabajado y apretado en los momentos malos”

La realidad es que le tocó una temporada difícil para estrenarse con el Athletic. Garitano tuvo que relevar a Berizzo en el banquillo y no le dio bola, aunque ahora está a sus órdenes en el Eibar. 

Es cuestión de momentos. Quizás él no me veía igual entonces con 20 años que ahora con 24. Es todo entendible. Sinceramente, a día de hoy soy otro jugador totalmente diferente a aquel. Tengo mucho más poso y he mejorado a la hora de saber qué necesita el equipo en cada momento y a qué ritmos jugar. Ahora sé un poco de lo que va esto y doy al equipo esa estabilidad. Aun así, más que el nivel que estoy dando ahora, creo que el mérito que tengo este año es haber esperado, trabajado y apretado en los momentos malos, porque al principio no era fácil la adaptación a un equipo tan hecho y yo tampoco estaba a muy buen nivel. No soy un ciego que dice que el entrenador no me pone porque es muy malo. No soy de esos.

¿Le instaron en el Athletic a irse cedido a un equipo de otra liga? El objetivo inicial del club era lograr cesiones a lugares más lejanos de los que han ido prácticamente todos.

Bueno, hablé con Mikel González y había alguna opción de fuera también, pero yo le dije que lo que quería era quedarme o salir al Eibar. No valoré ninguna posibilidad más y no hubo ningún problema.

“El tobillo está bien, tengo días en los que se me carga o me duele un poco más, pero no me preocupa”

¿Cómo está su tobillo derecho? 

El tobillo está bien. Tengo días en los que se me carga o me duele un poco más, pero no me preocupa. Ya me he adaptado a eso también. Sé que igual un día tengo que entrenar un poco a menor ritmo o no meter la pierna en un entrenamiento, pero me trato, tengo muy buenos cuidados con los fisios, lo hablo con los médicos y está muy bien, la verdad.

A su llegada al Amorebieta fue muy sincero. Reconoció que nunca lo volvería a tener al cien por cien después de permanecer casi dos años en el dique seco por aquella lesión que se produjo en el Depor.

Eso ya nunca. Ni en el día a día tampoco, no solo en el deporte. Hay veces que me duele y hay cosas que igual no puedo hacer y me gustaría, pero es parte del trabajo y no me quejo.

Puede decirse que ha aprendido a convivir con el dolor.

Totalmente.

¿Cómo es ese proceso de aceptación?

No es fácil, porque ves que con 22 años ya estás impedido de algo y dices ostras, no es tan sencillo esto, ni como lo pintan desde fuera. Pasé dieciocho meses muy malos, nadie me daba una respuesta y tuve que apoyarme en los míos. En las buenas está todo el mundo, pero en las malas se demuestra quién tira de ti.

¿A día de hoy podría soportar la articulación una importante acumulación de partidos en caso de tener que compaginar varias competiciones?

Sí, sin ningún problema. No se me carga por jugar partidos, sino por cambios de temperatura, por ejemplo. El frío no me viene bien y tampoco estar mucho tiempo parado. Dicho esto, me he adaptado a todo ello y ya conozco bien el tobillo.

Le formulaba la pregunta, porque en su regreso al Athletic podría verse envuelto en dicho escenario en caso de que los rojiblancos alcancen posiciones europeas.

Bueno, el año que viene ya se verá todo. Ojalá se meta el Athletic en Europa, aunque ahora mismo estoy mirando un poco más por el Eibar al ser lo que me va a influir a mí realmente en el corto plazo. La próxima temporada está lejos dentro de lo que cabe.

“Todo jugador que está en el Athletic quiere triunfar en San Mamés; es inigualable, pero hay otras posibilidades”

No consiguió convencer a Ernesto Valverde en la última pretemporada, pero volverá en verano con el objetivo de lograrlo.

Está claro. Todo jugador que está en el Athletic quiere triunfar en San Mamés. Para mí eso es algo inigualable, pero también hay otras posibilidades y yo ahora soy feliz en el Eibar. Ojalá consigamos el objetivo de subir a Primera División y para el año que viene ya hablaremos qué le conviene a cada parte y decidiremos.

Por lo que comenta, quiere quedarse en el Athletic, pero solo si va a tener opciones reales de jugar. No estar por estar.

Así es. Ya he estado por estar y a nadie le gusta. Estoy preparado para hablar con el Athletic y decidir lo que sea. Ahora quiero jugar estos diez partidos que nos quedan en el Eibar a tope y cuando termine sentarnos todos, ver lo que dicen ellos, lo que digo yo y tomar una decisión.

Querrá que sean sinceros con usted. Muchas veces los entrenadores no lo son del todo.

Ernesto en pretemporada fue muy sincero conmigo, porque al principio tenía dudas y después me dijo que lo mejor igual era que saliera. Le estoy agradecido, porque como decía antes no soy de los que, si no juego, digo que el entrenador es muy malo. Pero, por lo menos, dime lo que hay. Lo único que pido es que sean sinceros conmigo, porque yo soy sincero con todo el mundo.

¿Valoraría la opción de continuar en el Eibar en caso de materializar el ascenso a Primera División?

Sí, por supuesto que sí. Estoy muy feliz, me he adaptado muy bien al club, me siento importante tanto en el campo como en el vestuario y tengo muy buena relación con todos. De un sitio en el que te sientes querido y encima van bien las cosas es difícil irse también.

¿Se ve definitivamente preparado para rendir en la máxima categoría?

Está claro. El año que viene, sea en el Eibar o en el Athletic, mi objetivo es jugar en Primera División.