El Athletic pareció decidido a corresponder los muchos detalles que el Atlético de Madrid tuvo con él y con su centenaria historia echando al traste todo el buen trabajo realizado en la primera mitad en una segunda en la que solo hubo un equipo sobre el verde del Metropolitano. El hijo no tuvo piedad del padre. Le agasajó a lo largo de una jornada que quedará para el recuerdo de muchos, entre ellos los socios números uno de ambos equipos y también de varios exjugadores y extécnicos que a lo largo de la historia han defendido los intereses de ambos clubes; incluso le permitió jugar de rojiblanco en su estadio, con los locales jugando de naranja chillón. Pero ocurrió lo de siempre, o casi siempre en los últimos años. Gol de Griezmann, que también marcó en San Mamés en la primera vuelta, y derrota en el Metropolitano. Y ya van doce salidas al feudo colchonero sin ganar. Por si fuera poco, la Champions se aleja ya en nueve puntos, los que separan al Athletic, séptimo, del Atlético, que es cuarto.
La primera mitad dejó una sensación bastante positiva, si bien pareció que a los bilbainos les costó creer en sus posibilidades para llevarse algo valioso de vuelta a casa. Un punto, vistas las circunstancias, habría sido un buen premio, pero el Athletic no se hizo ni siquiera merecedor de ello. De nada le valió tener a su rival cerca de la lona en varios tramos de la primera mitad gracias a un ejercicio futbolístico muy serio.
Sorprendió de entrada Ernesto Valverde apostando en la portería por Julen Agirrezabala en detrimento de Unai Simón. Una decisión pensando en lo que se viene próximamente en Copa, con el encuentro de ida de las semifinales ante Osasuna a la vuelta de la esquina y únicamente dos encuentros por delante, el de ayer domingo frente al Atlético y el del próximo domingo contra el Girona. Además, en la semana de su renovación por una temporada más como técnico del Athletic, que dejó las palabras de Jon Uriarte haciendo alusión al estilo y el tan manido rock&roll, Txingurri apostó por juntar en el centro del campo a Dani García y Mikel Vesga. Una fórmula que ya empleó ante Betis y Real Sociedad y que, como ayer domingo, tampoco terminó de dar sus frutos.
El ritmo fue bueno a ratos, todo parecía bien acompasado, con Dani y Vesga dominando el juego en varios tramos, pero la orquesta se desinfló tras el paso por vestuarios. La fórmula de arrancar con Iker Muniain en banda derecha tampoco tuvo excesiva incidencia, aunque por momentos se sintió cómodo corriendo con el balón. Todo se diluyó en la segunda mitad.
El hijo dijo basta. Hasta aquí hemos llegado. Sacó su mejor versión ante un Metropolitano dividido, con sus ultras en huelga y el resto de afición silbándoles cada vez que intentaban sonorizar el ambiente. Griezmann, que no quiso saber nada de homenajes, solo para él, y que le tiene más que tomada la medida al Athletic, batió con calidad a Agirrezabala y ahí se acabó el Athletic. El padre se rindió ante su hijo.
Quinta de Vivian
En otro orden de cosas, Vivian no será de la partida en el encuentro del próximo domingo frente al Girona al haber visto ayer domingo la quinta cartulina amarilla de la temporada, por lo que tendrá que cumplir un partido de sanción. A la espera de ver si Iñigo Martínez está en condiciones de llegar a tiempo a dicho encuentro, si bien podría ser algo precipitado que fuera titular, pues le falta mucho ritmo de competición, todo apunta a que Aitor Paredes, que ya jugó de inicio frente al Real Madrid, tendrá una nueva oportunidad.
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La cifra
8
Ayer domingo se cumplieron ocho años del primer gol de Iñaki Williams con el Athletic. El delantero rojiblanco se estrenó como goleador en el encuentro de ida de dieciseisavos de final de la Europa League disputado en Turín frente al Torino tras recibir una gran asistencia de Borja Viguera en el minuto nueve del encuentro.
