Unai Nuñez (Portugalete, 30-I-1997), que se reencontrará mañana con el Athletic en Balaídos, vuelve a sonreír. Titular indiscutible desde su llegada a Vigo el pasado verano, primero con el argentino Eduardo Coudet en el banquillo y desde noviembre bajo las órdenes del portugués Carlos Carvalhal siendo, además, el único futbolista que ha disputado todos los minutos con el técnico luso, el de Repelega puede presumir de haber recuperado su mejor versión en un equipo en el que ha hecho olvidar al internacional mexicano Néstor Araújo. En línea de cuatro o de cinco defensas, indistintamente, ha encontrado su sitio el central cedido por el Athletic, quien milita a préstamo en el Celta con opción de prorrogar el vínculo por una segunda temporada, en cuyo caso se ejecutará automáticamente una cláusula por la cual el equipo gallego adquirirá en propiedad al vizcaino por un mínimo de 7 millones de euros, a los que habría que sumar unas determinadas variables.

En el acuerdo de cesión materializado en julio de 2022, el Athletic informó también de que es la entidad celeste la que se está haciendo cargo del sueldo de Nuñez, mientras que si se hace efectiva la continuidad del central en Vigo, el club rojiblanco se guardará un porcentaje de una futura venta del jugador, que ha convencido en Balaídos a pesar de que el Celta figura en una comprometida decimoséptima posición en LaLiga con diecisiete puntos, los mismos que suma el Valladolid, en puestos de descenso. El de Repelega, sin embargo, mantiene su condición de pilar en la defensa del cuadro celtiña, donde dan por hecha la permanencia de Nuñez de cara al ejercicio 2023-24.

Titular con pleno de minutos disputados en todos los compromisos ligueros, a excepción de su suplencia en la visita al Valladolid en la décima jornada con motivo de las rotaciones que diseñó Coudet, el central formado en las categorías inferiores del Athletic centra la atención en el presente al tener claro que “yo me debo al Celta, vine aquí a coger minutos y confianza, a recuperar mi mejor nivel y lo único que quiero ahora es sacar al equipo de la situación en la que estamos. Lo que tenga que venir después ya se verá”. “Vigo es un sitio precioso y el club está muy bien. Quiero ir año a año y paso a paso”, recalcó el miércoles en rueda de prensa el propio Nuñez, que se ha adaptado a un fútbol “diferente” en su primer año como celeste tras participar en solo nueve partidos de LaLiga la pasada campaña en Bilbao bajo la batuta de Marcelino García Toral.

“El 95 % de los jugadores responderían lo mismo que yo, que uno siempre quiere jugar, aunque vaya a un sitio en donde el equipo está en la mitad de la tabla”, reflexionó en su última comparecencia ante los medios de comunicación el central, quien aseguró asimismo que “he ido de menos a más, mejorando con el equipo. Estamos en una buena dinámica, pero quiero seguir mejorando”.

Con 116 encuentros oficiales y tres goles a sus espaldas como rojiblanco en las cinco temporadas que ejerció como león desde su debut de la mano de Cuco Ziganda el 20 de agosto de 2017, Nuñez encara un partido “especial” contra el Athletic, pues se medirá por primera vez al equipo de su vida, del que pasó a formar parte a los diez años de edad al ingresar en Lezama como alevín en 2007.

“Soy del Athletic desde pequeño, me lo ha dado todo y será un partido especial, pero para nosotros es muy importante la victoria”, tiene meridianamente claro el portugalujo, al que se espera en el once inicial de Carvalhal como parte de una defensa con tres centrales. Joseph Aidoo y Óscar Mingueza acompañarán a Nuñez en el eje de una zaga que completarán salvo sorpresa Hugo Mallo y Javi Galán como carrileros. Con un 94% de apariciones como titular desde el arranque del curso y un valor de mercado actual de 6 millones de euros según el prestigioso portal Transfermakt, el de Repelega se medirá al Athletic defendiendo el escudo del equipo contra el que, curiosamente, marcó su primer gol en la élite.

Nuñez vio portería ante los celestes en la campaña 2017-18 para adelantar a los leones en San Mamés, pero un tanto de Brais Méndez, ahora en las filas de la Real Sociedad, puso las tablas en el luminoso.