Se trata de cumplir un sueño, de hacer realidad motivación personal, de aprovechar una oportunidad única, muy probablemente la última, de jugar allí donde siempre quiso triunfar. Iñigo Ruiz de Galarreta (Eibar, 6-VIII-1993) regresará al Athletic en verano a coste cero, pues acaba contrato el próximo 30 de junio con el Mallorca, con el que no renovará, hará realidad su anhelo de volver a Bilbao. Solo queda la firma para que el centrocampista, que está destacando en las filas del equipo balear y por ley es libre de negociar con cualquier equipo, se convierta en el primer fichaje del conjunto rojiblanco –que será el segundo de la era Jon Uriarte tras la contratación de Ander Herrera– del próximo mercado veraniego. En principio, el guipuzcoano se comprometerá con el Athletic por dos temporadas, si bien no es para nada descartable que en el contrato figure una tercera campaña opcional que atienda a la consecución de distintos objetivos.

Siete años después de desvincularse del conjunto rojiblanco, a las puertas de soplar las velas de su trigésimo cumpleaños, en plena madurez deportiva y personal, Ruiz de Galarreta reforzará el centro del campo del conjunto rojiblanco. Una demarcación ya de por sí bastante poblada que obligará a la dirección deportiva a moverse en el mercado para encontrar salida, seguramente en forma de cesiones, a futbolistas que este curso apenas están contando con oportunidades, como es el caso de Unai Vencedor, y de otros que, como Peru Nolaskoain o Beñat Prados, están acumulando minutos de calidad en la Segunda División y que podrían necesitar otra campaña más para terminar de foguearse lejos de Bilbao.

Tal y como ha podido saber este periódico, Iñigo Ruiz de Galarreta ha desechado ofertas económicas superiores a la que le ha presentado el Athletic para cumplir con su deseo de volver a Bilbao. El Mallorca, su actual equipo y donde es un fijo en el esquema de Javier Aguirre, le ha puesto sobre la mesa una suculenta propuesta para su renovación que el eibartarra ha desestimado, así como otra llegada de la liga de Catar que tampoco ha querido escuchar. Su deseo es firme, regresar al Athletic, el club que le formó desde edad alevín y del que se despidió en el verano de 2016 tras trece años en su disciplina.

El centrocampista fue quemando etapas, pasando por las distintas categorías de formación y su nombre comenzó a sonar con fuerza como futurible del primer equipo mientras se acercaba al Bilbao Athletic. Marcelo Bielsa, que llegó al Athletic en 2011, quedó prendado de la calidad de un Iñigo Ruiz de Galarreta al que hizo debutar con solo 18 años en un encuentro de la Europa League frente al París Saint-Germain el 14 de diciembre de 2011.

EL CALVARIO DE LAS LESIONES

Arrancó el curso 2012-13 con vistas a tener más presencia en el primer equipo, pero en octubre, en un encuentro con el Bilbao Athletic, sufrió la primera de sus tres graves lesiones de rodilla. La segunda, solo trece meses después, cuando jugaba cedido en las filas del Mirandés en Segunda. Zaragoza y Leganés, ambos de la categoría de plata, fueron sus dos siguientes destinos, también a préstamo, antes de que expirase su contrato en el verano de 2016, cuando recaló en el Numancia que dirigía Jagoba Arrasate.

En Soria, donde contó con la absoluta confianza del técnico de Berriatua, cuajó una grandísima temporada, destacando tanto en labores de creación como en tareas defensivas. Su buen curso le sirvió para fichar por el Barcelona B, que abonó los 700.000 euros de su cláusula de rescisión, y Ernesto Valverde, quien le dirigió en varios amistosos con el Athletic en las pretemporadas de 2014 y 2015, contó con él en algunos entrenamientos del primer equipo. Las Palmas fue su siguiente destino, ya en 2018, y en el último día del cierre del mercado estival de 2019, el Mallorca se hizo con sus servicios, si bien Ruiz de Galarreta acabó la temporada 2019-20 jugando en el conjunto canario.

Así, su estreno con el Mallorca se pospuso hasta octubre de 2020. Una campaña en la que jugó un papel importante en la consecución del ascenso a Primera División, categoría en la que pudo, al fin, a sus 28 años, tener continuidad. Titular en casi todos los partidos, en febrero del pasado año, cuando mejor estaba jugando, sufrió una dura entrada de Víctor Ruiz que le rompió la plastia del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Seis meses de baja. Vuelta a empezar.

Regresó en plenas condiciones para el inicio de la presente temporada, un curso importante a nivel personal, pues lo afrontaba en su último año de contrato. El buen papel cuajado desde entonces le valdrá el regreso al Athletic, club del que se desligó en 2016.