Un pobre premio para el Bilbao Athletic en Lezama

Cuarta jornada sin ganar del Bilbao Athletic ante un Nàstic que tampoco hizo los deberes como para hacerse con el triunfo final. El conjunto rojiblanco encadena su cuarta jornada sin ganar y sin lograr marcar, buen es cierto que los dos últimos compromisos se sellaron con empate. Aunque en esta liga tan complicada, rondando la zona baja de la tabla, un empate no suele ser suficiente.

El partido no fue brillante, resultó muy impreciso y como mal menor los cachorros sumaron un punto. Bingen Arostegi propuso esta vez de inicio a Ewan como referencia en ataque y con Adu Ares por banda izquierda, en detrimento de Luis Bilbao que comenzó en el banco. Pablo Fernández probó a Padilla con un disparo raso desde la frontal y Andy después remató arriba. El partido no tenía mucho ritmo y se imponían los marcajes. Adu Ares monopolizaba el ataque rojiblanco. Andy acabó flojo a las manos de Padilla en línea de gol tras un servicio desde la izquierda del ataque catalán. Fue la mejor ocasión antes de la media hora. El Bilbao Athletic fue tomando el pulso al encuentro pero no llegaba a crear verdadero peligro en la portería rival. Pablo Fernández se llevó por delante a Rincón y estrelló en el lateral de la red un nuevo disparo. En la réplica un centro peligroso de Adu Ares desde la izquierda se paseó sin dueño y justo antes del descanso de nuevo Adu Ares entró por la izquierda y en su rosca mandó el balón al exterior del palo por lo que salió repelido. Fue la ocasión más clara para los cachorros. Padilla tuvo que despejar como pudo una falta lateral y Pablo Fernández tampoco pudo culminar un envío visitante desde la derecha. El Nàstic acababa mejor el primer acto.

En la segunda parte, el Nàstic seguía con la posesión. Guruzeta cruzó demasiado tras una recuperación de Ewan que no pudo finalizar con éxito en primera instancia. El partido se abrió en emoción. Pol Domingo finalizó fuera raso una excelente jugada coral visitante que se marchó por muy poco. Y el ex rojiblanco Guillermo a la media vuelta se sacó un remate mordido que seguía avisando del peligro en el área. Adu Ares también lo volvió a intentar y Gerenabarrena desde las alturas remató fuera. Padilla tuvo que deshacerse de un balón comprometido de Trespalacios antes de que apareciera Guillermo en zona de peligro para marcar. A falta de un cuarto de hora el conjunto bilbaíno buscó con más ahínco el gol y su rival se replegó en su terreno. El final del partido se convirtió en un correcalles y Goti remató desviado muy cerca del poste del Nàstic.