El Villarreal de Quique Setién (Santander, 27-IX-1958) echó a andar el jueves con empate en casa ante el Hapoel Beer Sheva israelí. La quinta jornada de la fase de grupos de la Conference League habilitó la puesta de largo del nuevo proyecto del técnico cántabro, sustituto de urgencia de Unai Emery tras la repentina marcha del guipuzcoano al Aston Villa de la Premier League. Con un solo entrenamiento previo al encuentro se puso de nuevo el mono de trabajo un veterano entrenador curtido en mil batallas que no entrenaba desde su controvertida salida del Barcelona al término del curso 2019-20, tras la cual denunció al club blaugrana por incumplimiento de contrato para alcanzar posteriormente un acuerdo de indemnización.

Después de dirigir a Racing de Santander (2001-02), Polideportivo Ejido (2003-04), Guinea Ecuatorial (2006), CD Logroñés (2007-08), Lugo (2009-15), Las Palmas (2015-17) y Betis (2017-19), el Barça llamó a su puerta en enero de 2020 para sustituir en el cargo a Ernesto Valverde, técnico contra el que debutará precisamente mañana con el Villarreal en LaLiga. Si complicado y lleno de aristas resultó el paso de Txingurri por el banquillo del Camp Nou, donde el actual timonel del Athletic ganó 2 títulos ligueros, 1 Copa y 1 Supercopa de España en dos temporadas y media, más dura aún fue la experiencia para Setién. El santanderino, acompañado por Eder Sarabia como segundo, no consiguió ganarse a un vestuario en el que encontró la oposición de Leo Messi antes de que la abultada derrota ante el Bayern Múnich (2-8) en los cuartos de final de la Champions League conllevara tres días después su destitución.

Lo pasó mal Setién, quien no ha ocultado públicamente los problemas que halló para dirigir al astro argentino. En una entrevista concedida días atrás en la Ser, Setién fue explícito al señalar respecto a Messi que “todo el mundo debe quedarse con el Messi que ha sido una atracción permanente. Estuve esperando 14 años para sentarme en el sofá y verle jugar. No puedo valorar si me decepcionó. Hay cosas que me gustan y otras que no y tenía que torear con ellas. Siempre aparecía un jugador con el que te cuesta un poco más o que tienes que aceptar como es”. En otra charla anterior con Vicente del Bosque, el propio Setién reconocía no haber podido ser él mismo en el Barça “porque hay jugadores que llevan 15 años ganándolo todo. Tienen unos hábitos y unas costumbres que ya están establecidas desde hace muchos años y que no puedes cambiar, porque no es fácil. Más o menos sabréis por dónde voy”.

Alejado de los focos y de los banquillos profesionales desde su salida de can Barça, la reciente llamada del Villarreal sacó de su letargo a Setién, quien ejercía como ayudante de un joven técnico de 24 años en un equipo juvenil de Santander llamado Marina, con el que logró el ascenso a División de Honor juvenil. “Con eso ya era feliz, tanto como lo puedo ser ahora aquí”, aseguró el preparador cántabro en su presentación como nuevo entrenador del Villarreal, acto en el que aseguró que “he tenido algunas ofertas que desestimé porque quería llegar a un sitio que realmente se acomodara a mi manera de entender el fútbol y la vida. Este es un club familiar, cercano y con valores muy importantes para mí. Sin una opción así, me hubiera quedado ya en casa”.

El Barça llamó a su puerta en enero de 2020 para sustituir en el cargo a Valverde, técnico contra el que debutará con el Villarreal en LaLiga

La primera cuenta pendiente a modo de desafío inicial para Setién al frente del submarino amarillo, así las cosas, es “volver a ser el mismo que era” antes de su paso por el Barça, lo cual pasa en primer término con convencer al vestuario amarillo de la idoneidad de plasmar en el verde un estilo de juego marcado por la posesión de balón, el cual comenzó a verse reflejado el jueves en su debut en la Conference League al acumular hasta un 75% de la posesión del esférico con un total de 698 pases completados por los 213 del Hapoel Beer Sheva.

ANTECEDENTES

El partido de mañana será el undécimo de Setién como entrenador contra el Athletic, rival ante el que presenta un balance negativo de dos victorias, tres empates y cinco derrotas con un saldo de nueve goles a favor y dieciséis en contra. San Mamés, además, asoma como un campo maldito para el flamante técnico del Villarreal, pues colecciona un empate y cuatro derrotas en sus cinco visitas al coliseo rojiblanco, donde cayó eliminado con el Barcelona en los cuartos de final de la Copa en 2020.

Un gol de Iñaki Williams en el minuto 93 sirvió para que el Athletic avanzara ronda y el Barça sufriera su primer gran tropiezo a las órdenes de Setién, quien regresa dos años después a Bilbao con el propósito de reencontrarse a sí mismo en un banquillo de primer nivel.