El clima preelectoral lo impregna todo. De aquí al próximo 24 de junio, cuando los socios del Athletic elegirán el sustituto de Aitor Elizegi al frente del club, los planes de futuro de los diferentes candidatos a ocupar el sillón de Ibaigane copan el debate en el entorno. Y el inquilino del banquillo del primer equipo será uno de los platos fuertes de la campaña. En el centro de todas las miradas se encuentra Marcelino García Toral. Semana tras semana viene siendo cuestionado por los comicios y por sus planes más allá del 30 de junio, cuando expira su contrato. Y la realidad es que puede vivir este domingo en San Mamés ante Osasuna su último partido como entrenador de los leones. El asturiano, en la rueda de prensa de este sábado en Lezama, no ha querido hablar de despedida y ha confirmado que tras la cita que tuvo con Ricardo Barkala, esta semana ha tenido un cara a cara con Iñaki Arechabaleta.

El de Villaviciosa, que se reunirá con su cuerpo técnico tras el último partido de liga para decidir su futuro, ha hablado sobre el encuentro con Arechabaleta: "No sé si no soy su primera opción para el banquillo. Pero lo que sí me sorprende es una noticia en la que dice que yo no soy una posibilidad para él como entrenador del Athletic. Y como no ha sido desmentido públicamente, me causa una sorpresa porque me lo podía haber dicho personalmente. En esa reunión no me dijo que había tomado la decisión de no contar conmigo. Pero también lo entiendo, es la forma de operar de cada uno. Esto es fútbol y el futuro depende de una y otra parte. No puedo decir que sea su primera opción, pero si dos personas tienen una reunión, no seré yo quien diga nada". Arechabaleta dijo el jueves en una reunión con socios en Deusto que no contaba con Marcelino.

Marcelino ha puesto en valor la decisión que adoptó de rechazar hace unos meses la renovación que le ofreció el actual presidente. "Suponía que el transcurrir de las elecciones iba a ir por ahí. Para que un entrenador continúe, tiene que tener la máxima confianza de los jugadores y de la junta directiva. Y todo esto me llena de razón la decisión de no haber renovado. A mí nadie me ha dicho que no cuenta conmigo, pero el hecho de que hablen con otros entrenadores forma parte del juego", ha destacado el entrenador del Athletic, que a partir del 30 de junio ha reconocido que no sabe dónde estará.

DESPEDIDA DE SAN MAMÉS

Sobre la posibilidad de vivir mañana su último encuentro en La Catedral en el banquillo local, el asturiano tuvo palabras de cariño para la afición: "Es el último partido que juego en casa y hay un 50% de posibilidades de que la próxima temporada no esté aquí. Soy muy feliz por entrenar al Athletic y estoy muy orgulloso de haber tenido esta experiencia. Estoy muy agradecido a la Junta, a los futbolistas y a la afición. Y nos gustaría ganar el partido. Si es el último, me quedo con todo lo que me tocó vivir. Y si no es el último, me tocará vivir más partidos en San Mamés ante esta maravillosa afición. Pero no me gustaría que el foco recayese en mí. Soy una persona que viene y va. Lo importante es el Athletic y sus futbolistas. Me gustaría despedir la temporada en San Mamés con una victoria y jugamos ante un equipo que fuera de casa es muy poderoso".

En cuanto a las pocas opciones de lograr un billete para Europa, Marcelino ha señalado que "nuestra obigación es ganar y esperar". En este sentido, el técnico del Athletic ha reconocido que lo que verdaderamente le ha tocado "emocionalmente" fue la derrota del pasado martes ante el Granada.