Es un mal que se ha convertido en endémico en el Athletic de Marcelino. El propio técnico lo ha destacado de manera reiterativa en sus comparecencias, un lamento que, en su opinión, ha lastrado al conjunto rojiblanco a la hora de hacer una caja mayor. El asturiano argumenta que su equipo se ha dejado un buen puñado de puntos en el camino a causa de su impericia en el remate, porque cree que su grupo genera mucho y saca muy poco rendimiento de ello.

Cuando la liga se acerca a su epílogo, ya que solo restan cinco jornadas para el cierre, casi todos los conjuntos se juegan algo importante y, así las cosas, aflora esa rabia por no haber logrado un mayor premio durante los 33 partidos precedentes. Marcelino suele manejar sensaciones y números, y estos últimos, acorde a los datos que proporciona LaLiga, desvelan que el Athletic es el cuarto peor equipo en lo referente a su efectividad en los disparos a los tres palos de la meta rival, con la curiosidad de que la Real Sociedad, que es el quinto que menos goles acumula, es colista en esta estadística cuando es sexta en la tabla y supera en la tabla en siete puntos a los leones.

Las cifras son así de extrañas, aunque también es verdad que dicen que el conjunto donostiarra rentabiliza al máximo sus pocos goles porque tampoco recibe mucho, hasta el punto de que la tropa de Imanol es la tercera menos goleada.

La visita el sábado a San Mamés del Atlético de Madrid pone el acento en la trascendencia que tiene el porcentaje en la pegada. Es la que marca la distancia. No en vano, el conjunto del Cholo Simeone es el más efectivo en sus golpeos a puerta y el único de los veinte clubes de Primera División que supera el 40 por ciento, en concreto el 41,5, de acierto, ya que de sus 141 disparos entre los tres palos 59 han ido al fondo de la red de la meta rival, lo que habla muy bien del peligro que generan los colchoneros cuando meten el morro en el área contraria pese a que su campaña se tilde como irregular.

Es aquí donde emergen las miserias del Athletic en este concepto. El colectivo de Marcelino es el quinto equipo que más remates a gol hace, solo por detrás de Real Madrid, Barcelona, Betis y Villarreal, mientras que el Atlético es el sexto, con la plusvalía que con menos disparos ha anotado veinte dianas más que los leones, una diferencia que explica el porqué de la clasificación de cada equipo.

Es decir, el conjunto madrileño solo necesita 2,3 tiros a puerta para batir al portero rival, en tanto que el Athletic, que curiosamente el pasado jueves batió en tres ocasiones a Ledesma en el Nuevo Mirandilla de Cádiz, requiere de 3,6 remates. Un ranking que también cierra la Real, con 4,1 tiros, y del que tanto se aflige su entrenador, al mismo tiempo que destaca la segunda posición del Elche, con una efectividad que ronda el 40%.

La falta de pegada de los rojiblancos también tiene sus nombres y apellidos. Iñaki Williams, Oihan Sancet y Raúl García son los tres delanteros asiduos para Marcelino, que ha dado muchas vueltas a la cabeza en su deseo de tener una mayor producción goleadora, pero la realidad es tozuda. Entre estos futbolistas suman 19 de los 39 goles del colectivo, un impacto que no llega al esperado, sobre todo en el caso del primero, autor de siete dianas.

El mayor de la saga, el pichichi rojiblanco con siete tantos, ocupa la vigésimo tercera posición en la lista de anotadores de LaLiga Santander, mientras que sus dos compañeros, con una producción de seis goles, se van hasta la trigésima. Su lugar en la nómina de realizadores delata los problemas ofensivos que tiene este Athletic. Iñaki Williams promedia una media de 0,21 goles por partido frente a los 0,86 del madridista Karim Benzema, el máximo anotador de la categoría con diferencia, en tanto que el valor de los goleadores del Atlético de Madrid es superior al de los leones. El argentino Correa y el uruguayo Luis Suárez son sus dos máximos anotadores, ambos con 11 goles y comparten la novena posición, y su media por partido se queda en los 0,35 goles.