"LA mentalidad de Iñigo es ganadora siempre, algo que no tenemos en exceso”, declaró en la jornada previa Marcelino García Toral, dando protagonismo al central y la vez señalando a la plantilla, descubriendo al público lo que considera una notable carencia del grupo, mientras que a lo largo de la temporada ha defendido a capa y espada al bloque. Cuando las opciones europeas son más escasas que a lo largo de cualquier otro momento de la temporada, el técnico optó por modificar su discurso, ensalzando a uno sobre el resto. Se podría incluso considerar que es un modo de justificar los resultados de los últimos cinco encuentros, cuando el central de Ondarroa ha causado baja y en los que se han perdido gran parte de las aspiraciones de acceder a una competición continental.

Las mejores imágenes del Cádiz - Athletic. Fotos: EFE

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Sea como fuere, el regreso de Iñigo Martínezy los números respaldan esa trascendencia acerca de su presencia, porque aunque el fútbol es un deporte de equipo y las individualidades son relativizables, en los 29 partidos en los que este curso ha estado sobre el césped, el AthleticPor contra, cuando el defensor ha causado baja por sanción o lesión, es decir en once ocasiones, se han logrado 2 victorias, 3 empates y 5 derrotas.Para ahondar en la circunstancia que se da con la participación de Iñigo, esta campaña se ha dejado la portería imbatida en 12 ocasiones -8 de ellas formando compañía con Dani Vivian- cuando ha estado presente; cuando no lo ha estado, que ha sido en los ya citados ocho partidos, en todos ellos se ha encajado goles.

El regreso de Iñigo frente al Cádiz no alivió el sufrimiento defensivo de la tropa de Marcelino. Por noveno partido consecutivo el Athletic recibe tantos. En el Nuevo Mirandilla fueron dos, pero pudieron ser muchos más, porque el equipo bilbaino fue la viva imagen del doctor Jekyll y el señor Hyde. ¿Con Iñigo... se vive mejor? Al menos, con él sobre el terreno de juego, vuelve a sonreír el resultado. Eso es cierto. Aunque al ondarrutarra se le notó la inactividad. Fue voluntarioso, como siempre, pero en ocasiones impreciso: en el posicionamiento táctico -el Cádiz remató demasiado-, en el toque con el balón y en el corte; de hecho, vio una cartulina por llegar tarde a la pelota.

El Athletic tuvo dos caras opuestas que sometieron a debate las palabras de Marcelino: “Mentalidad ganadora, algo que no tenemos en exceso...”.

El Athletic tiró por la borda una primera mitad que llamaba la atención, porque los leones sin grandes estridencias pero con eficacia, se marchaban al vestuario con un 0-3 que quizás engañó a los propios jugadores. Los leones aprovecharon las ocasiones y el Cádiz concedía espacios muy provechosos para las ofensivas bilbainas. La puntería atacante acaparaba el protagonismo y relegaba a un segundo plano las acciones defensivas. Pero esa gran ventaja pareció desconectar al equipo, como si con media parte de un partido fuera suficiente para solventarlo. Pues ni con un 0-3 estaba resuelto. “Mentalidad ganadora, algo que no tenemos en exceso...”. Se pudo pecar de exceso de confianza. Los leones se agazaparon de mala manera, sin voluntad de victoria.

Porque si en la primera mitad Iñigo y compañía vivieron cierta apacibilidad, con alguno que otro susto de Negredo, en el segundo acto se impuso un ejercicio de sufrimiento indecible. Con la puntería del Athletic -y la colaboración de un Ledesma (algo se asemejó a él Simón en el gol de Lucas Pérez)- el Cádiz bien hubiera podido vencer. Iñigo, Vivian, Petxarroman, Balenziaga... eran soldados de trinchera viendo caer bombas. El Cádiz creció -o se le dejó crecer cuando estaba malherido- y el Athletic acabó pidiendo la hora, con Yeray y Yuri sumados a la causa defensiva. Mentalidad para sufrir. El retorno de Iñigo no cerró la brecha de goles. Se agonizó. Pero también coincidió con la vuelta a la victoria. Los números crecen con él. No se ganaba a domicilio en liga desde el 23 enero, contra el Rayo (0-1).

Iñigo Martínez no estuvo especialmente preciso, pero terminó colaborando en la defensa de un resultado que bien pudo ser invertido

Marcelino habló de “mentalidad ganadora” y desde luego en la segunda mitad el Athletic no pareció querer llevarse la victoria