Karim Benzema y Vinicius Júnior, en el mejor momento de sus respectivas carreras, se han convertido en los líderes absolutos del ataque de un Real Madrid en el que la práctica totalidad de acciones ofensivas pasan por sus botas. Apenas hay acercamientos al área del rival de turno sin que uno u otro entre en contacto con el esférico y, por norma general, multiplique al instante la sensación de peligro. Pero no solo de sensaciones y de buenas o malas intenciones, según se mire, viven ambos.

Los números son incuestionables. Sirva como ejemplo revelador cómo entre los dos, superado el ecuador de la temporada, suman un gol más que toda la plantilla del Barcelona, rival al que trajeron por la calle de la amargura Benzema y Vinicius el miércoles en una disputada semifinal de la Supercopa en la que volvieron a ver puerta. El brasileño, que suma 15 goles y 9 asistencias en lo que va de campaña, fue el encargado de abrir el marcador, mientras que el galo, con 23 dianas y 9 pases de gol en total, firmó el segundo de los tres tantos con los que el Real Madrid selló en la prórroga su billete para la gran final contra el Athletic.