Es una liga figurada, sí, porque Marcelino García Toral llegó al banquillo del Athletic hace casi un año, a mitad de temporada, pero once largos meses después de que tomara el relevo de Gaizka Garitano, el técnico asturiano ha completado ya el equivalente a una liga. Es decir, ha dirigido al conjunto rojiblanco en 38 jornadas, a las que hay que sumar otro puñado de encuentros entre Copa (7) y Supercopa (2), que elevan sus registros hasta los 47. Alcanzará el medio centenar de partidos en el derbi frente a Osasuna en El Sadar el próximo 3 de enero, justo cuando se cumplirá un año de que el club hiciera oficial su contratación y el despido del técnico de Derio. En este trayecto, de la mano del asturiano el Athletic, que trasladado a una temporada completa daría para firmar la permanencia y ya, gracias a las 9 victorias, 19 empates y 10 derrotas cosechadas.

Ha tenido tiempo Marcelino para imponer su estilo, condicionado al inicio por su repentino aterrizaje en Bilbao y los numerosos encuentros que tuvo que disputar en un corto espacio de tiempo. Con la llegada del verano gozó de una pretemporada íntegra diseñada a su gusto para hacer y deshacer a su antojo, y dio forma al bloque que le acompaña en la actualidad. Dispuso de carta blanca para tomar decisiones, alguna sorprendente, como la salida de Unai López; otras no tanto, como las de Ibai Gómez, Iñigo Córdoba o Kenan Kodro, a quienes dejó claro desde un primer momento que no entraban en sus planes. Dicho y hecho.

Casi un año después, el proyecto que arrancó con efervescencia -para los restos quedará el título de la Supercopa conquistado tras superar al Real Madrid, primero, y al Barcelona en la final-, que al de poco perdió la magia y vivió un golpe de dura realidad con dos derrotas en las finales de Copa, no termina de dar ese salto que se le presuponía. Hay encuentros, como por ejemplo los disputados recientemente frente al Sevilla y el Real Madrid, en los que la suerte le ha dado la espalda al Athletic; pero también hay ejemplos de partidos en los que el nivel ha sido bastante preocupante, como ante el Cádiz o el Levante, por citar otros jugados también en las últimas semanas.

La falta de gol, un problema que no es nuevo, está lastrando al equipo, al que sus numerosos empates, tantos como la mitad de los 38 encuentros de liga dirigidos por Marcelino, le están impidiendo acercarse a los puestos europeos, de los que le separan seis puntos, mientras que se aleja del descenso, a la espera de lo que suceda esta noche en el choque entre el Cádiz y el Granada, en nueve.

El elevado número de empates tiene un impacto directo en las victorias, solo nueve (24%), aunque con la del sábado frente al Sevilla las derrotas superan a los triunfos, puesto que son diez (26%).

En lo que al balance de goles marcados y encajados se refiere, el Athletic ha marcado 40 y ha recibido 35. Una media que gira en torno a un tanto a favor y en contra por choque. La fiabilidad defensiva del equipo es sin duda su punto fuerte, también en el que más ha incidido Marcelino. De hecho, en estos 38 encuentros de liga el Athletic ha sido capaz de dejar su portería a cero en doce ocasiones, lo que significa que prácticamente en uno de cada tres partidos no recibe un gol. Afianzada la seguridad defensiva, el crecimiento del equipo debe llegar por lograr una mayor eficacia en ataque.

Los datos

Los partidos. Marcelino ha dirigido al Athletic en 38 encuentros de liga en los once meses que lleva en Bilbao. A los que hay que sumar siete de Copa y dos de Supercopa.

Los goles. En las 38 jornadas con el técnico asturiano, el equipo rojiblanco ha marcado 40 goles, recibido 35 y ha dejado su portería a cero en 12 ocasiones.