Son minoría en un vestuario eminentemente rojiblanco. Pero los pocos txuri-urdin que defienden esta temporada la camiseta del Amorebieta se hacen valer. El domingo el grupo de Whatsapp del equipo echará humo como consecuencia del derbi que se jugará en Anoeta entre la Real Sociedad y el Athletic. Uno de los que los que salvaguardan el honor blanquiazul en la caseta de Urritxe es Josu Ozkoidi, en su día joya de la corona de la cantera de Zubieta, y que ahora defiende los colores del Amorebieta en Segunda. Enfrente, solo en esta ocasión, otro donostiarra, aunque de corazón rojiblanco por las circunstancias como es Gorka Guruzeta.Ozkoidi no estará mañana en Anoeta. "Lo veré en casa con amigos, esperando que gane la Real, y si es fácil, mejor", desea el donostiarra. Guru tenía pensado ir, pero "todavía no lo sé seguro", comenta un futbolista que suele ir al campo txuri-urdin de vez en cuando. "Voy con mi cuadrilla, que son todos socios de la Real. Suelo aprovechar algún pase que se queda libre", reconoce un Guruzeta, que ha tenido que aguantar "algún vacile". Eso sí, "cuando estaba en el Athletic se ponían mi camiseta", recuerda. "Un día te toca recibir y otro, dar. Intento no dar mucho porque son más que yo", enfatiza.

"Los fines de semana siempre hay debate", coinciden en señalar después de una semana en la que "tampoco" ha habido mucho pique. La complicada situación que vive el Amorebieta, en puestos de descenso con ocho puntos, no invita a pensar en otra cosa que no sea en el propio equipo. Pese a todo, "hay mucho debate todos los fines de semana. Se habla mucho en el vestuario y hay mucho pique", asegura Guruzeta. Ozkoidi es de la misma opinión: "Hay mucho guipuzcoano y mucho vizcaino y, quieras o no, siempre se habla".

De cara al derbi de mañana, ambos coinciden en señalar que se verá "un partidazo" porque los dos equipos llegan "en un gran nivel". Para Ozkoidi, la Real llega "a tope". También señalan que no hay favorito. "Da igual quién esté arriba y quién esté abajo, porque en un derbi no se mira la clasificación, se mira más ese orgullo de sacar los tres puntos", considera Guru, que espera que la Real acuse el cansancio de tanto partido: "Tiene bajas muy importantes y tiene más partidos encima que el Athletic. Son cartas que tiene que saber jugar y, por mi parte, que gane el Athletic", desea.

Ozkoidi, como cualquier aficionado de la Real, está "disfrutando" del equipo. "Se ve que están haciendo las cosas muy bien y eso se ve reflejado en los buenos resultados", desbroza un futbolista, que no hace mucho sufrió en sus propias carnes cómo se las gastan los jóvenes entrenados por Xabi Alonso: "Veo a los chavales muy preparados. Están debutando un montón de jugadores y nadie desentona. Uno lo puede hacer mejor, peor, pero nadie desentona. Y eso habla bien de Zubieta, que es lo importante. Me alegro de que estén contando tanto con la cantera y que ésta esté dando sus frutos. Ese es el futuro", asiente un futbolista que al echar la vista atrás, a su pasado blanquiazul, echa de menos esa valentía. "El recuerdo es muy bueno, pero siempre te queda la espina de haber podido tener alguna oportunidad más, pero más allá de eso, a mí la Real me lo ha dado todo. Estuve muchos años y me trataron muy bien. Yo tengo un recuerdo muy bonito", deja claro Ozkoidi.

hijo rojiblanco de Aita txuri-urdin

La historia de amor entre Gorka Guruzeta y el Athletic comenzó en edad juvenil, cuando militaba en el Antiguoko. "Yo, de pequeño, era de la Real", confiesa. Algo normal porque "mi aita, Xabier Guruzeta, jugó en la Real y yo iba a Anoeta de pequeño". Pero todo cambió cuando la entidad de Ibaigane le llamó. "Fue el primer equipo que me puso una oferta de verdad encima de la mesa. Estuve entrenando en Zubieta, pero fui allí gracias al interés mostrado por el Athletic. Cuando llegó esa oferta, dije: No tengo otra, o me quedo en el Antiguoko o me voy al Athletic. Y me fui. Hubo un interés de la Real, pero ya lo tenía todo cerrado y firmado".

Destaca la figura de Ziganda en su trayectoria porque "me puso firme". Luego, con Gaizka Garitano vivió su "mejor año", lo que le valió para debutar con el primer equipo de la mano de Eduardo Berizzo. Pero la mala suerte se cebó con el donostiarra en forma de lesión: "Me rompí la rodilla, llegó el covid y tuve que salir". Entiende que triunfar es "muy difícil, ya no solo por la exigencia, sino que hay muchos jugadores en la misma posición". Pese a todo, no se rinde, sueña con volver. "Está en mi mano", asegura. "Soy consciente de que si hago un año bueno y meto muchos goles, al final, el Athletic es lo que tiene, que no puede fichar de cualquier lado. Me gustaría volver al Athletic, pero soy consciente de lo que tengo que hacer y del trabajo que conlleva".

No olvida que su último partido en Primera División fue en Anoeta. "De hecho es el partido que más minutos he jugado en Primera División. Perdimos 2-1, justo hubo un penalti. Si lo llego a saber, le pido a Raúl el balón", sostiene entre risas. "Me voy a acordar toda la vida, porque es el primer derbi en Primera División, y, de momento, el último", lamenta.

Ozkoidi tuvo menos suerte que su hoy compañero y amigo Guruzeta. Él, pese a todas las esperanzas que se tenían depositadas, no llegó a debutar en el primer equipo y no pudo jugar ningún derbi en Primera División. Guarda especial recuerdo del jugado el año del subcampeonato en aquella temporada 2002/03. "Me acuerdo de los dos goles de Nihat y del ambiente de Anoeta", recuerda un futbolista que ahora disfruta viendo a David Silva en la Real. "Siempre ha sido mi ídolo". Del Athletic se queda con Muniain: "Antes jugaba de media punta y siempre me identifico más con ese tipo de jugadores". Guruzeta, por su parte, se queda con Raúl García y con Mikel Oyarzabal.

De cara al derbi de mañana, Josu Ozkoidi apuesta por una victoria por 2-0, con goles de Isak y Merino. Guruzeta se decanta por el 1-2, con tantos de su idolatrado Raúl García e Iñaki Williams. Todo está preparado para el derbi de Anoeta, un partido que se seguirá con mucho detenimiento en el vestuario del Amorebieta.