tras catorce partidos, Iñaki Williams volvió a recuperar el instinto. A morder nada más oler la sangre. Tras una sequía goleadora que dejó al Athletic deshidratado justo cuando más ansia de beber tenía, el delantero rojiblanco volvió a ver puerta. Lo consiguió tras culminar una contra comandada por un Oihan Sancet que no se puso nervioso ante una de las mejores defensas de la liga. El medio navarro obligó a la zaga sevillista a perseguirle, a dividirse y a dejar sin marca a un Williams que, cuando recibió el balón, tuvo la calma necesaria para levantar la cabeza y alojar el esférico en la misma escuadra. Muy lejos de un Bono que intentó, sin éxito, inquietar al delantero con su salida.

Así, el bilbaino recuperó también la sonrisa. Esa que, como ya avisó Marcelino en la previa del encuentro de ayer lunes, se había borrado de su rostro tras las dos finales de Copa perdidas. "Necesita alivio físico y mental", dijo el técnico del Athletic. Y nada consuela más que firmar un gol en el minuto 90 ante uno de los candidatos al título de Liga. O, más bien, excandidato. "Venimos de una temporada con dos duros mazazos y la gente se merece disfrutar de esta victoria porque podíamos haber hecho historia y se nos escaparon dos finales. Además, nos han penalizado las derrotas contra los equipos de mitad de tabla hacia abajo, porque ante los de arriba competimos muy bien y es una lástima", expuso Iñaki tras el encuentro del Sánchez Pizjuán. De esta forma, con su sexto tanto en la competición doméstica, el mayor de los Williams puso fin a una mala racha que se prolongaba desde el pasado 15 de febrero, cuando logró un tanto en la goleada rojiblanca frente al Cádiz en el Ramón de Carranza (0-4).

Con todo, ayer lunes Iñaki volvió a comenzar el encuentro en el banquillo. El bilbaino vio cómo Asier Villalibre era de nuevo titular y protagonizaba una de las mejores jugadas visitantes. El gernikarra demostró tener la cintura necesaria para, de espaldas a portería, dejar atrás a Jules Koundé, girarse y armar la pierna. Pero su disparo salió desviado. Después, en el minuto 69, dejó su sitio en el verde a un Iñaki al que le costó entrar en el partido. De hecho, antes de la diana, el delantero apenas aportó al juego del Athletic, aunque también es cierto que sus compañeros no fueron capaces de nutrirle con balones de calidad. Sin embargo, justo cuando los de Marcelino más achicaban agua, cuando el Sevilla creyó más que nunca en la liga, apareció el delantero para, de un zarpazo, matar la ilusión hispalense. Y, de paso, colocar al Athletic a seis puntos de Europa.

Sin embargo, el tanto de ayer lunes no será recordado por Iñaki por ser el que dejó al Sevilla sin título. Ni por ser el que acabó con una sequía de catorce partidos, once de ellos en liga. El delantero bilbaino recordará el tanto de ayer lunes por ser el primero que consigue con Nico en el campo. De hecho, parece que al mayor de los Williams le motiva jugar junto a su hermano porque, en los apenas 40 minutos que han compartido sobre el césped -a los 20 de ayer hay que sumarles otros 20 que disputaron ante el Valladolid el pasado miércoles-, Iñaki ha sumado una diana y una asistencia. Esa que supuso el 2-1 provisional de Raúl García ante los pucelanos. "No pasamos por nuestro mejor momento, pero he podido marcar ese gol, volver a jugar con mi hermano y estoy muy feliz por ello", sentenció el 9 del Athletic.

gol anulado

Nico Williams, por su parte, disputó ayer lunes su segundo encuentro con el primer equipo. El menor de los hermanos llegaba a Sevilla tras jugar los 90 minutos el pasado sábado con el Bilbao Athletic y lograr una asistencia. Sin embargo, el Sevilla no es el Tudelano y ayer lunes le tocó bailar con un Acuña que no tuvo piedad del cachorro. El argentino se marchó un par de veces por la banda y a Nico, que salió en el minuto 62 por Berenguer, le tocó más defender que atacar, pero a punto estuvo de estrenarse como goleador con una vaselina a Bono que el colegiado anuló por claro fuera de juego. Poco más pudo hacer.

Iñaki Williams ha conseguido marcar un gol y dar una asistencia en los 40 minutos escasos que ha compartido en el campo con su hermano

"Venimos de dos duros mazazos y la gente se merece disfrutar de esta victoria", dijo el mayor de los Williams