Vamos, que Julen Lopetegui podría ganarse la vida como vidente. Por lo menos si se toma como referencia sus palabras en la víspera del partido de anoche del Sánchez Pizjuán. Como se sabe, dijo que el Athletic “es buenísimo en todos los sentidos”, declaraciones que sonaban para quedar bien, pero la realidad es que el de Asteatsu, visto lo visto, no había fallado en su diagnóstico. Diera igual que su Sevilla, que compitió con todo lo que tiene, se jugara seguir indemne en la lucha por el título de liga, del que prácticamente se despide, o que el Athletic, ya que a las conocidas de Berchiche, Muniain, Capa y Dani García se sumó la de Iñigo Martínez a última hora y la lesión de Raúl García al cuarto de hora del arranque del encuentro. De ahí que el Athletic sí fuera “buenísimo”, porque derrotó al cuarto clasificado y, de paso, acabó con su maldición en un campo en el que no ganaba en liga desde la campaña 2011-12, con Marcelo Bielsa al mando. Lo curioso del caso es que entonces Marcelinoy anoche el asturiano se sentó en el banquillo rojiblanco para darse una alegría al cuerpo. Caprichos de la propia esencia del fútbol. Así las cosas, el Athletic puede decir que el Sevilla es, por el momento, el único equipo al que ha ganado en los dos partidos de liga (venció por 2-1 en San Mamés) y al mismo tiempo atormenta a Lopetegui, que no sabe lo que es derrotar a los leones desde su marcha del Oporto (entonces sí lo hizo en sus dos duelos en la Champions), ni como entrenador del Real Madrid ni en sus tres enfrentamientos al frente los sevillistas.

El Athletic, sea como fuere, es un equipo desconcertante. Es capaz de mostrar sus miserias ante los equipos de abajo (veáse sus recientes resultados ante el Eibar, Alavés y Valladolid en San Mamés, al margen de sus fiascos en las dos finales de Copa en La Cartuja) y de batir al líder de la liga y al equipo que en mejor forma estaba después de encadenar cinco victorias seguidas. El Atlético de Madrid y el Sevilla deben lamentar esa bipolaridad de los leones, que se han ganado la etiqueta de jueces de la liga, tanto que los colchoneros pueden pagar muy caro su dolorosa derrota, nueve días atrás, en Bilbao y el cuadro hispalense ya lo ha hecho al quedarse casi sin opciones de conquistar el título. El Real Madrid, segundo clasificado, visita La Catedral, por lo que el cuadro de Zinedine Zidane está avisado y ya fue víctima del colectivo de Marcelino en la semifinal de la última Supercopa.El Athletic asaltó el Pizjuán en el último minuto, momentazo que acentúa tan dulce sensación. Lo hizo por medio de un gol de Iñaki Williams, pese a que no está bien ni física ni mentalmente, con su hermano pequeño de nuevo en el campo y después de consumar una buena contra dirigida por Ohian Sancet, otro futbolista inmerso en un proceso de maduración que le debe venir muy bien de cara al futuro a corto plazo. Es decir, el conjunto rojiblanco volvió a ganar como visitante, ya que no lo hacía desde la visita al Ramón de Carranza, y estos tres puntos sirven para resintonizar una posible opción de conseguir una plaza europea en la nueva competición denominada Conference, ya que el séptimo puesto está a seis puntos y lo marca el Betis, al que los leones ganan el average particular. Eso sí, también se recalcó lo mismo tras su victoria sobre el Atlético y el empate ante el Valladolid se recibió como un nuevo jarrón de agua fría. Las opciones son aún mínimas y el sábado el Athletic afronta el derbi ante un Osasuna que ya ha dicho todo lo que tenía que decir en esta liga. ¿A qué Athletic se verá?

LA CIFRA

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LOS goles encajados fuera

Marcelino presenta números fiables como visitante en liga al frente del Athletic, ya que solo ha perdido dos partidos, ha ganado otros dos y ha empatado cuatro, con solo seis goles encajados en estos ocho encuentros.