"Son días muy duros", ha admitido Marcelino García Toral, inmerso en la resaca de la derrota en la final de Copa frente a la Real Sociedad. Sin embargo, el técnico ha advertido que "no conviene olvidar". "No debemos olvidar", ha matizado. "A la vez, debemos analizar por qué sucedió. Encontrar la respuesta será lo que nos lleve a volver a ser el equipo que recientemente fuimos y que en la final no lo demostramos", ha expresado en una rueda de prensa en la que ha anunciado que el Athletic, "un club señor", formará mañana un pasillo en honor al campeón en su visita al Reale Arena.

El de Villaviciosa, visiblemente afectado, ha incidido en la necesidad de "identificar cuál es el motivo del juego que desarrollamos y cómo fue en el trayecto del tiempo", ya que ese análisis "nos dice el porqué de una actuación muy alejada de lo que creíamos que iba a suceder". En este sentido, ha considerado que la responsabilidad con la que cargaron los jugadores en La Cartuja "nos llevó a perder la idea que creíamos que nos iba a llevar a la victoria". "Nos metió en imprecisiones, en dudas, en agobio", ha añadido, haciendo especial hincapié en la situación posterior al gol encajado: "Fue un mazazo para dejar de creer y pensar que estábamos derrotados".

A su parecer, los dos finalistas fueron víctimas del peso del encuentro. "Sin hacer un buen primer tiempo, fuimos iguales que la Real. En el segundo tiempo empeoramos. Tampoco la Real hizo nada del otro mundo. Tras analizar el partido quedan sensaciones de que fue un partido malísimo de los dos equipos y del árbitro", ha juzgado el asturiano, para quien el derbi lo ganó "el equipo que se aprovechó de un error del rival". Respecto a la actuación del colegiado, Xavier Estrada Fernández, ha declarado que el colegiado "no puede estar contento", aunque ha preferido no ahondar en su opinión: "No quiero hablar del árbitro, porque para nada influyó en el resultado del partido".

Marcelino no ha querido restar méritos al triunfo de la Real, el cual ha calificado de "justo", aunque ha asegurado que la carga de la responsabilidad pasó factura a los dos equipos. "Seguro que fue la primera vez en la historia que un equipo gana una final sin tirar a puerta ni una sola vez, solo un penalti. Estábamos a la par", ha descrito, para seguido subrayar que "cayó de su lado justamente". En este sentido, ha reconocido que se vio sorprendido porque durante la final el lastre de la responsabilidad "era mayor de la que percibí en los días previos". Entiende que la gestión de las emociones jugó un papel crucial: "Desde que llegué a Bilbao se palpaba. Hasta cuando jugábamos la Supercopa se hablaba de la Copa. Además, la espera duró 11, 12 o 13 meses. Eso genera una carga moral y mental".

"Encontraremos el camino para recuperarnos"

No obstante, Marcelino ha reafirmado que el trabajo previo al choque fue "muy bueno, como para ser optimistas", aunque ha confesado que la propuesta del Athletic "fue muy pobre". "Para ganar una final hay que jugar mejor", ha apuntado. En cualquier caso, ha instado a restablecerse. "Somos un grupo unido, fuerte y encontraremos el camino para recuperarnos. Hay que volver a recuperar la alegría, la valentía..., porque este equipo puede hacerlo. Confiamos en estos futbolistas igual que tras ganar al Barça la Supercopa, igual que antes y después de esta derrota", ha apostillado.

Esa oportunidad de comenzar a sacudirse los males se presenta mañana y, caprichoso destino, contra la Real Sociedad. "A mí me da igual que sea contra la Real. Tenemos que mirarnos a nosotros mismos", ha apuntalado. Para el técnico "no debe existir miedo" a que el revés propicie una prolongada dinámica negativa. "Debe ser un punto de partida para reiniciar un camino que nos lleve a nuestras convicciones. Tenemos que recuperar la ilusión, el orgullo, la ambición€ No recuperarnos por haber perdido significaría para mí una excusa, y no me gustan las excusas", ha manifestado.

Pasillo a la Real

Marcelino, que ha rechazado valorar cualquier gesto de la celebración del campeón, ha adelantado que el Athletic formará mañana un pasillo. "Hemos dado una lección de cómo un equipo debe sufrir una derrota. Hemos tenido un respeto absoluto. Cómo celebra el vencedor, ni me ocupa ni me preocupa. Cada uno celebra como quiere. Sus palabras y sus gestos quedan de manifiesto, unos los entenderán y otros no, pero no soy quién para valorarlos. El Athletic es un club señor. Haremos el pasillo como corresponde con el ganador. Hay que actuar con los demás como quieres que actúen contigo", ha declarado.