L Athletic, con su clasificación para la final de la Copa 2020-21 va a protagonizar algo insólito en la larga historia de este torneo: jugar dos finales de dos ediciones distintas en el intervalo de dos semanas, y hacerlo frente a diferentes rivales, una en un derbi vasco inédito frente a la Real Sociedad, y la otra frente al todopoderoso Barcelona, una vez más.

Pero no solo eso. El equipo zurigorri persigue de cerca al blaugrana en la disputa de finales: 42 alcanza el Barça por 41 el Athletic. Y tendrá ocasión con las dos nuevas citas de acrecentar sus 24 títulos coperos y acercarse también al club catalán en el máximo de entorchados (30 hoy), liderato arrebatado no hace demasiados años. Otro dato a reseñar, no demasiado comentado en la villa y corte, es que el Athletic ha sido más veces campeón de España que el propio Real Madrid, pues ese es el marchamo que desde su inicio ha acompañado a la Copa. Por comentarlo.

El vigesimocuarto título rojiblanco del torneo del K.O., no reconocido aún por la RFEF (presidida durante casi 30 años por su exjugador Ángel Villar, y que tan propicia -decían algunos- le fue), conlleva el cómputo de la Copa de 1902, la primera celebrada de la historia, llamada de coronación de Alfonso XIII, que ganó con el nombre de Bizcaya por incluir jugadores del posteriormente absorbido Bilbao. Por tal condición, identificadora de tratarse del mismo club, ha de consignarse también la final que en 1907 disputó y perdió asimismo con tal marca de Bizcaya. Es decir, hasta el momento son en realidad 39 las finales coperas disputadas por el ahora denominado Athletic Club de Bilbao. Y serán 41 el próximo día 17 de abril de 2021, si la pandemia, el tiempo o la autoridad no lo impiden.

En ese recorrido glorioso por el torneo genuinamente rojiblanco cual es la Copa de España (sea de coronación del Rey, del Rey ya coronado, luego de la República, luego del Generalísimo, y después y hasta hoy otra vez del Rey, a la espera de que en un futuro pueda ser de la Reina o de nuevo de la República, si su dinastía se sigue esmerando en ello), es conocido el encadenamiento de títulos que se produjo en las décadas de los treinta, cuarenta y cincuenta del siglo pasado. La final la jugaban el Athletic y otro más, se decía. Hasta el punto de que el Caudillo Francisco Franco, solía escuchar al gran Piru Gainza despedirse al recoger la Copa de esta guisa: "pues hasta el año que viene, su excelencia". A lo que el Vigía de Occidente respondía con una sonrisa concesiva y amable, como era él.

Pues bien, una escena parecida puede repetirse el próximo día 3 de abril de 2021 en el palco del estadio sevillano de La Cartuja, cuando el nieto político del regente del Pardo haya de saludar al capitán rojiblanco Iker Muniain (resulte este campeón o subcampeón de la Copa 2020). El navarro podrá decirle, y esta vez sin la fanfarronería del gamo de Dublín: "pues hasta dentro de quince días, su majestad".

Los caprichos del destino, y sobre todo la contumacia de los leones en reverdecer laureles, van a conseguir que un rey en finales coperas pueda recobrar la tradición en su relación con el patrocinador de los eventos. Y ello aliviado seguramente que estará el monarca, por mor de las restricciones de la pandemia, de no tener que asistir a una nueva demostración de la libertad de expresión que ya protagonizaron los aficionados del Athletic en anteriores citas, solos o acompañados de otros. Las dos finales auguraban música de viento compartida. No hay mal que por bien no venga, pensará el hijo del emérito, también rey de copas.